Abraza la madurez
Mónica Puig sintió algo distinto cuando cumplió 24 años el pasado 27 de septiembre.
Después de terminar la montaña rusa que significó ganar la primera medalla de oro olímpica para Puerto Rico en los Juegos de Río 2016 con apenas 22 primaveras, la puertorriqueña aseguró sentirse preparada para darle la bienvenida a una nueva etapa en su vida, la de abrazar la madurez.
Para Puig, alcanzar una mayor madurez sería esa última arma necesaria en su arsenal para seguir abriendo caminos en el tenis profesional.
“Uno dice que cuando uno cumple años uno no siente mucho, pero creo que sentí una responsabilidad diferente, una madurez distinta”, dijo Puig ayer previo a su interacción con cientos de niños en unas clínicas celebradas en el Centro de Tenis Honda en Bayamón junto a la Asociación de Tenis de Puerto Rico (ATPR).
“Ahora sé, más o menos lo que tengo que hacer, cómo tengo que manejar mi carrera, cómo tengo que hacer las cosas. Creo que para este próximo año tengo una motivación diferente, un fuego por dentro de que nada me va a parar”, agregó.
Tras un 2017 de altas y bajas, Puig quiere retomar en el 2018 la forma que le dio la fuerza y la maña para vencer a figuras estelares como Angelique Kerber, Garbiñe Muguruza y Petra Kvitova en Brasil rumbo al podio dorado, sin perder la perspectiva de que las cosas no pueden salir como ella quisiera.
“Sé que voy a tener mis tropiezos, sé que voy a perder, sé que las cosas no van a ir como quiero, pero voy a seguir motivada, trabajando fuerte y en la línea porque sé que, si lo hago, tengo el tenis para hacerlo. Confío en mí y en mi equipo”, aseguró.
“Esta vez sé cómo manejar las cosas si me pasa algo… ojalá que me pase algo como en Río (de nuevo). Sé la disciplina que requiere, de mantener el enfoque. Creo que después de Río fueron muchas cosas que vinieron al instante y no sabía cómo manejar nada porque yo no esperé ganar las Olimpiadas y Puerto Rico tampoco lo esperaba. Fue una cosa que pasó de la noche a la mañana”, recordó.
Puig pudo cerrar la temporada de la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA por sus siglas en inglés) con una aparición en la final del Abierto de Luxemburgo, donde cayó frente a la alemana Carina Witthoeft. Antes de dicha competencia, llegó a las rondas de las mejores 16 jugadoras de los torneos de Wuhan y Pekín en China.
Este último empuje la llevó a terminar el año en la posición número 58 del escalafón mundial, con marca global de 25 victorias y 23 derrotas.
“Gracias a Dios que entré...
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