Abre su propio camino

Por Carlos Rosa Rosa

crosa@elnuevodia.com

Utilizando la misma energía que emplea para detener o superar a sus oponentes dentro del campo, Gabriela ha podido derribar aquellos estereotipos que pretenden excluir a las féminas de jugar el football (americano) en una competencia oficial en la Isla. Su travesía en el football comenzó el pasado año al debutar con el club Hatillo Eagles en la Liga Sub 22. Con 5'8" de estatura y 230 libras, Gabriela se desempeñó como jugadora de línea en ambos lados: defensiva y ofensivamente. Y de inmediato, encontró oposición.

"La experiencia me encantó, es algo distinto. Siempre hay varones de otros equipos que no quieren que juegue. Me han dicho, 'una nena no debe estar jugando con nosotros', 'esto es un juego de hombres', y otra vez me dijeron 'por si acaso no puedes jugar, puedes ser cheerleader'", relató Gabriela a El Nuevo Día previo a una sesión de entrenamiento en el complejo deportivo de Hatillo.

"Y eso alimenta en mí el fuego de seguir hacia adelante", añadió con seguridad.

No es común ver a una fémina desempeñarse en este deporte, vistiendo un uniforme pesado y un casco protector, debido a la cantidad de colisiones y golpes que sufren en cada jugada.

Incluso, la atleta utuadeña será la única fémina que saldrá a jugar en marzo en el Torneo Semiprofesional de Football, que es una categoría abierta con nueve equipos participantes. Gabriela jugará con 19 años.

¿Y cómo ella llegó al football? Dijo que fue por una simple curiosidad. "Veía los juegos por televisión y me gustaba el deporte, pero nunca pensé que fuera a jugarlo", contó. "Siempre he practicado otros deportes y una vez, por curiosidad, le dije a un amigo (que jugaba football) que me prestara el uniforme y un casco. Empezamos a practicar las técnicas para las líneas y me dijo que podía jugar", dijo la atleta de halterofilia y de lanzamiento de disco, jabalina y bala en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Utuado. Su padrastro Edwin Irizarry era dirigente de un equipo de football en la escuela superior y Gabriela le pidió ir a practicar con ellos. "Me puso en la línea contra los nenes y vio que tenía habilidad", recordó.

Posteriormente, Gabriela llegó entusiasmada a su residencia con la idea de jugar football en un torneo oficial. Sus progenitores, de primera instancia, se opusieron. "Mami no quería para nada y papi tampoco, pero al final prevalecí", rememoró con una sonrisa.

Gabriela aceptó el reto y llenó las expectativas, debutando en el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR