Abre puertas con los Gigantes

MAYAGÜEZ.- Kiomy Martínez Ortiz tenía que esperar cerca de hora y media para bañarse y cambiarse de ropa una vez se desocupaba un espacio en el camerino visitante del Estadio Hiram Bithorn cuando los Gigantes de Carolina terminaban de jugar frente al RA12.Como el clubhouse local en el instalación de San Juan pertenece a los Cangrejeros de Santurce, la novena de Roberto Alomar ocupa el vestidor contrario, lo que complicaba la rutina de Martínez Ortiz debido a que había menos espacio.En el Estadio Roberto Clemente Walker, utiliza el baño de la oficina del dirigente Edwards Guzmán. Un cambio de atuendo significa un espacio de 15 minutos para que los peloteros carolinenses se alejen del cuarto de terapias.En otros parques, era mejor esperar a llegar a su casa para el aseo personal.Estas son algunas de las peripecias por las que atraviesa Martínez Ortiz, de 29 años y nativa de Sabana Grande, como la primera mujer y única entrenadora atlética certificada de un equipo en la historia Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (Lbprc).Los Gigantes están activos en la serie final del béisbol invernal contra los Indios de Mayagüez, que anoche disputaba su quinto partido con la contienda igualada, 2-2.Martínez Ortiz ocupa el mismo puesto con la organización de los Cardinals de San Luis en el equipo rookie de la Florida Complex League.En el torneo local, las novenas requieren tener a un entrenador de las Mayores en sus filas y Martínez Ortiz cumple con el requisito en Carolina."Es algo complicado pero no imposible", dijo Martínez Ortiz a El Nuevo Día."Muchas veces, cuando uno se propone ser exitoso en algo, uno ve más allá de los obstáculos. Yo busco la manera, como sea, cruzarlo y seguir hacia adelante. En estos casos, muchas veces llego a estos parques y no hay baño para mujeres (en los clubhouses) porque es un deporte de hombres. Está en mí ser más flexible y adaptarnos", agregó.La egresada de terapia física de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ponce, asegura que no ha tenido episodios de discriminación u hostigamiento en la liga. Como la primera mujer en el puesto, siente la obligación de propulsar cambios."Sé que tenemos espacio para crecer. Al ser la primera mujer, está en mí alzar la voz y dejarles saber qué cosas se pueden mejorar, qué cosas se pueden hacer de otra forma. Yo sé que ellos tampoco han tenido a una mujer en este puesto. De la misma manera que tengo que adaptarme, ellos también", indicó.Trabajar...

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