Un abuelo listo para la acción preescolar

Por Rut N. Tellado Domenech

rtellado@elnuevodia.com

"Es una bendición estar en una buena condición física y de salud para compartir más con mis nietos", dijo Cobb, quien está retirado de la Autoridad de Energía Eléctrica. Otra bendición es que tanto las casas de sus hijas como la escuela de los niños están a pocas calles de distancia, por lo que siempre los tiene cerca.

Cobb y Socorro Grillasca, su esposa, comparten más con el nieto mayor, a quien reciben cada día a las 7:00 a.m. "Aquí se le prepara el desayuno, se viste, se le prepara la lonchera, lo llevo a la escuela y estoy como dos horas haciendo ejercicio", relató el abuelo.

A media mañana se encuentra con sus nietos en un parque cercano, donde las maestras llevan a sus grupos a jugar. "Compro pan para todos los niños porque me asaltan y ahí estoy con ellos", contó Cobb.

"Allí los nenes le dicen 'Coco', lo tratan de tú y le piden pan", agregó su esposa entre risas. Ella indicó que Cobb también prepara almuerzo para los nietos y se lo lleva al preescolar. En las tardes busca al mayor y lo lleva de paseo, a comer piraguas o a las tiendas.

El abuelo recordó que, dentro de lo que su trabajo le permitía, le gustaba compartir con sus hijas cuando eran pequeñas. "Él las enseñó a correr patines y bicicleta", apuntó Grillasca.

"A la mayor la llevaba a la escuela todos los días y la recogía. Por el camino le enseñaba inglés. Lo hacíamos como un...

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