Para acabar con el reino de la trampa
Por Joanisabel González
joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com
Al menos, ese es uno de los objetivos de Carolyn C. Woo, decana de la Escuela de Negocios Mendoza en la Universidad de Notre Dame, y quien asegura que construir una cultura ética es esencial para el progreso de cualquier economía o sociedad.
Según Woo, quien vino a Puerto Rico invitada por Oriental Bank, la tarea de revertir esta mala práctica recae en las corporaciones, las legislaturas, pero también en las universidades.
Asimismo, recalca que aunque las malas prácticas o los escándalos en el sector financiero son la referencia más común cuando se abordan temas éticos, hacer trampa se ha vuelto una práctica muy frecuente en "todos los sectores de la sociedad".
Los ejemplos sobran relata la experta, quien ha servido de consultora a corporaciones como Eli Lilly, General Electric, Motorola y quien además es miembro de cuerpos directivos en tres compañías en la importante lista de las 400 compañías más grandes de la revista Fortune.
Menciona los estudios, donde el 75% de los estudiantes encuestados revelan que han hecho trampa; el caso del gobernador de Illinois, Rod R. Blagojevich's -que habría solicitado dinero o poder a cambio del puesto senatorial que dejó vacante el hoy presidente Barack Obama- y noticias similares en el mundo de los deportes, la salud, el derecho y hasta periodistas que han inventado historias.
De acuerdo con Woo, se hace trampa porque se ha racionalizado la conducta, lo que supone no distinguir el bien del mal. Además, actuar inapropiadamente también depende del entorno donde la persona vive, socializa o trabaja.
Según la experta, se hace trampa porque se busca "un resultado noble". El no decepcionar a los padres con malas notas o no revelar números negativos para evitar que alguien allegado pierda su empleo.
El individuo también hace trampa porque piensa que sus acciones no afectan a los demás o no causarán ningún daño.
Otra justificación, dice Woo, es la impresión de que "todo el mundo lo hace" y una cuarta justificación, tiene que ver con hacerse de la vista larga porque evitar la trampa o denunciarla no es parte del trabajo del individuo y por ende, "no es responsable" de ello.
Pero sobre todo, la experta señala que se hace trampa porque para muchos lo verdaderamente malo es que atrapen a la persona cometiendo la falta.
Habida cuenta que las personas pasan la mayor parte...
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