Se acerca la hora cero

WASHINGTON.- Con la ventana de tiempo cerrándose para lograr iniciativas que incentiven la inversión en Puerto Rico, el comité de conferencia del Congreso a cargo de la reforma contributiva tiene hoy su única sesión pública antes de pactar un acuerdo final que se quiere alcanzar a más tardar el viernes.

El liderato republicano del Congreso evitó dar detalles de las negociaciones, pero afirmó estar listo para colocar el acuerdo al que llegue la conferencia en el calendario de votación de la semana próxima para llevarlo ante la consideración de los plenos del Senado y la Cámara antes de terminar los trabajos de 2017.

“Esta es una oportunidad que se da una vez en una generación, no solo para corregir un sistema tributario que está roto, no solo para reactivar la economía, sino para restaurar verdaderamente la esperanza, la confianza y la oportunidad en los Estados Unidos”, dijo ayer el speaker Paul Ryan, al hablar de la reunión de hoy del comité de conferencia.

“Si no hacemos esto… tendremos más compañías dejando las costas estadounidenses, como Johnson Controls en Milwaukee, y colocando sus cuarteles generales en otros países”, dijo Ryan al acentuar los fundamentos de una legislación que persigue traer de regreso a EE.UU. inversiones de manufactureras estadounidenses.

La presión del gobierno de Puerto Rico, en medio de los nuevos impuestos a las Corporaciones de Control Foráneo (CFC), ha ido dirigida a convencer al liderato republicano de que le otorgue una ventaja a la isla cuando tome la decisión final sobre la tasa tributaria mínima que le impone a las empresas foráneas, que son la espina dorsal de la manufactura de Puerto Rico.

Pero el debate público en Washington sobre el efecto de la reforma en la isla ha sido básicamente entre las mismas autoridades boricuas.

Después de reuniones en Nueva York y Boston (Massachusetts) relacionadas con la recuperación de Puerto Rico, el gobernador Ricardo Rosselló llegaba ayer en la tarde a la capital estadounidense para cabildear a favor de la exclusión de la isla, por lo menos, de nuevos impuestos a productos manufacturados por las CFC. Desde Boston, Rosselló señaló ayer que los nuevos impuestos sobre las CFC, en momentos en que se reduce marcadamente la tasa tributaria de las corporaciones estadounidenses en EE.UU., desincentivarían la inversión en Puerto Rico y supondrían un nuevo golpe a una economía “en grave peligro”.

“Será una carga aún más pesada que afectará a la mitad de nuestra economía, el...

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