Acto de fe

Miguel Rodríguez Casellas

No recuerdo momentos de dolorosa disciplina allí; al contrario, recuerdo el cariño de la monjita que me llamaba "ratón de malla", y que aseguraba que era bueno, pero "hablaba hasta por los codos". No sufrí trauma alguno, ni me expusieron a miedos "fundamentalistas" ajenos a la inocencia de un niño. Tuve suerte.

En mi familia había dos tías monjas, sister Luisa y sister Bernadita, ambas adscritas a la orden franciscana. Bernadita, que era Isabel para nosotros, murió trágicamente en un accidente en el Lago Carraízo, antes de que yo naciera.

Mi Titi Sister (Luisa), como le llamamos los numerosos primos, es una segunda madre, una pelota de dulzura que todos los sobrinos adoramos. No recuerdo un solo instante donde ella me hiciera sentir que no era aceptado tal y como soy.

Tengo un primo cura, el archifamoso padre Jimmy Casellas: su vida es un ejemplo de compromiso hacia los que menos tienen.

Beato no es, lo conozco humano, bullanguero como yo, su Dios es un comediante nato que me quiere feliz.

Tengo una madre devota, pero al igual que el cura, usa malas palabras cuando quiere hacerse la graciosa, fue ella quien me las enseñó. Reza todos los días, pero es...

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