Actuemos ya

Nanny Torres

Representante del Lector

Permea una sensación de que no se puede salir a la calle porque en cualquier momento seremos víctimas del crimen.

Mientras se me ocurre "que hoy puede ser una buen día para comerme un helado de chocolate", un criminal decide "que hoy es un buen día para un carjacking" y como tal sale a la calle, y si no quita un carro, quita una vida.

Nadie ve nada ni dice nada. Como los monos sabios. No ven, no escuchan, no hablan. Y por esa actitud es que se han quedado los criminales con las calles. Se las hemos entregado.

Nos taladran el corazón los crímenes viciosos, tan recientes como el de Stefano Steenbakkers, el del DJ Jean Carlos Alvarado, el del gerente del establecimiento de comida rápida José Ortiz Rivera, el del gerente de la ferretería, el de Horacio, el de Julián... son tantos. Adolescentes, jóvenes y adultos, llenos de vida, de ilusiones, con familia. ¿Y qué estamos haciendo nosotros, además de lamentarnos? ¿Clamar por más policías? Esa no es la solución. ¿Cerrar los portones? ¿Hundir la cabeza en el suelo, como el avestruz, porque no es mi asunto? ¿Y cuando lo sea? ¿Cuando sea a uno de los nuestros que le arranquen la vida? Porque no se matan entre ellos. Sabemos que no.

El día menos pensado para nosotros es el mejor día para otros dar un carjacking, violar, asesinar, llevarse por el medio a cualquiera, ya sea para curarse, para pagar la deuda, para pagar el agua o la luz -cosa que dudo- o sencillamente para...

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