Adopciones paralizadas

Por Yanira Hernández Cabiya

yhernandez@elnuevodia.com

Sus futuros padres, Ivette Sánchez y Lucas Ramírez, ya le habían preparado el cuarto donde dormiría y tenían todo listo para ir a buscarla tan pronto la corte aprobará la adopción.

Pero todo ese plan se hizo sal y agua cuando el Gobierno ruso detuvo hace una semana todos los procesos de adopción de menores por parte de ciudadanos estadounidenses.

La determinación se hizo oficial ayer cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó una ley que pone fin a las adopciones de niños rusos por parte de ciudadanos estadounidenses.

"Es muy cruel que se rompa todo este proceso de cantazo", expresó Sánchez, quien por nueve meses vivió un proceso muy emocional y costoso para adoptar a Alejandra.

La familia Ramírez Sánchez conocía bien el proceso de adopción de un menor en Rusia, por lo que este golpe los tomó por sorpresa. Hace nueve años habían viajado a ese país en busca de su primer hijo, debido a que no podían procrear.

Allí conocieron a Lucas, que entonces tenía un año. "Cuando nos lo presentaron nos explicaron que tenía un hermano de seis años que también estaba en el orfanato. Fue como si nos echaran un balde de agua fría. No podíamos adoptarlo y dejar a su hermano. ¿Qué le diríamos en el futuro? Así que los adoptamos a los dos. Al segundo lo adoptamos sin verlo nunca", explicó Sánchez, quien es pediatra.

Poco después de la adopción contrataron a un investigador para saber si Lucas y Nataniel tenían más hermanos. La búsqueda resultó negativa y fue entonces que decidieron adoptar otro niño ruso.

"Ellos querían una hermana", exclamó Sánchez, al explicar que al momento de detenerse las adopciones estaban esperando de un momento a otro la llamada de la agencia notificando la fecha de la vista en corte para oficializar la adopción.

En Puerto Rico, hay cerca de 80 niños rusos adoptados por unas 50 familias, y otras seis se encontraban en distintas etapas del proceso de adopción.

"Hemos escrito al Gobierno ruso, a los medios de comunicación allá, al gobernador (Luis Fortuño), al comisionado residente Pedro Pierluisi, para ver si intervienen y se logra que al menos permitan aquellas adopciones que están al final del proceso", reclamó Sánchez.

Además del golpe emocional, la decisión del Gobierno ruso representa un golpe económico para estas familias que invierten aproximadamente $ 50,000 entre documentos, notarías, talleres y viajes para lograr la adopción de un menor ruso.

En el caso de Alejandra...

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