SOÑADORA DE ALTO VUELO
Por Tatiana Pérez Rivera
tperez@elnuevodia.com
Mapa conocido en mano, la curadora cubana -criada y residente en Nueva York- pasó de inmediato a la acción.
"Siempre ha sido un asunto de aprender. Cuando entré en este espacio en el 1988 como asistente curatorial me dijeron 'mientras sigas diciendo sí te daremos más cosas' y la verdad es que aprendí muchísimo e hice muchas cosas también. Fue una época bien retante, este lugar está lleno de energía. Por eso y porque sé lo que se hace quise regresar", cuenta desde su oficina en la institución situada en el East Harlem.
Tras servir en el museo hasta el 2006, se desempeñó en la casa de subastas Christie's como especialista senior en Arte Latinoamericano. Su nombramiento en el museo culminó la búsqueda -que se extendió casi por un año- de un sustituto para el saliente director Julián Zugazagoitia.
"Lo primero fue 'ok, es momento de trabajar' ", recuerda sobre la decisión tomada en un año difícil de su vida que incluyó el deceso de su madre. "En mi vida siempre pasan muchas cosas tristes y muchos milagros a la vez".
El retorno es uno de esos regalos inesperados. Aunque en la casa subastadora la venta era parte de sus funciones, en términos generales se mantuvo en contacto con directores de museos, curadores y académicos; todos actores en el escenario museístico. Uno de sus objetivos, puntualiza Aguilar, es involucrar más a los coleccionistas con el museo.
Que sobran ideas y faltan fondos económicos para materializarlas hoy es cosa de todos los días y de todos los lugares. Aguilar no permitió que fuera un obstáculo.
"Nos pusimos las pilas", señala a mil por minuto, "algunas cosas no podíamos hacerlas; si eran diez actividades hacemos menos pero no dejamos de hacerlas. Nos ajustamos a la situación. Los patrocinadores y las fundaciones han dicho 'estamos aquí' y hemos tenido buena respuesta. Estamos más conscientes de realizar iniciativas más costoefectivas, aprovechamos personas de otros museos que quieren colaborar con nosotros, hablamos mucho con los colegas y buscamos la forma de hacer proyectos juntos".
Es tiempo de alianzas y lo han aprovechado manteniendo la vista fija en su misión. "Nos hemos creído líderes, siempre lo hemos asumido con responsabilidad y sensibilidad. Es que el Museo del Barrio nunca ha soñado pequeño, tenemos la visión de ser ambiciosos. Si no sueñas en grande, no puedes tener logros grandes. La fachada que tiene este museo invita a soñar", afirma.
A manera de ejemplo...
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