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'Ha afectado duro porque es un dinerito aparte'

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Vincent

NOTA DEL EDITOR: Primera de una serie de entrevistas con los protagonistas fuera de las líneas de competencia que se ven afectados por la pausa del deporte en Puerto Rico.La pandemia del novel coronavirus ha dejado a dos "Ayuso" fuera de las canchas de Puerto Rico.Uno es el canastero Larry Ayuso, que a sus 42 años comenzó a finales de febrero su última temporada en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) tras una carrera exitosa de 23 campañas en el torneo local.El segundo es José "Checo" Laureano Lebrón, un veterano vendedor de cervezas y refrigerios que tiene un increíble parecido físico con el famoso trespuntista.Laureano Lebrón es parte de la clase trabajadora en las instalaciones deportivas —cantineros, personal de boletería, sonidistas, anotadores de mesa, entre otros— que se quedó sin un ingreso extra, o completo, por la pausa de las ligas como el BSN, el Voleibol Superior Femenino y la pelota Superior Doble debido a la emergencia del COVID-19.Aunque tiene trabajo en el Departamento de la Familia, Laureano Lebrón ha visto sus finanzas afectadas al no poder vender "frías" en las gradas del coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón o el estadio Hiram Bithorn, un trabajo a tiempo parcial que realiza por los pasados 25 años.El hombre de 51 años, nativo de Sabana Seca, Toa Baja, y padre de cuatro, también tiene "guisos" en carteleras de boxeo de las promociones de Puerto Rico Best Boxing y Cotto Promotions, además de apariciones entre las butacas del coliseo Antonio R. Barceló, hogar de las Llaneras de Toa Baja en el voleibol femenino."Ha afectado duro, porque es un dinerito aparte que entra y ayuda un montón", dijo Laureano Lebrón en una entrevista telefónica con El Nuevo Día.Laureano Lebrón, al ser empleado público, ha podido cobrar su salario durante la emergencia. Pero reconoce que el trabajo como vendedor de cervezas le ayuda a, como quien dice, ‘cuadrar caja’."Estando en par de canchas, como se dice por ahí, grano a grano, la gallina se llena el buche. Un poquito aquí, un poquito allá. Cuando uno junta, pues resuelve para lo que uno quiere cubrir como el agua, la luz, los celulares. Gracias a Dios está llegando ese cheque, porque a veces es más complicado acogerse a una prórroga para no pagar. Pero, con sacrificios, seguimos pagando las deudas. Con el trabajo de vendedor, ahí era donde ayudaba. Mensualmente, una que otra actividad ayudaba. Pero, ha afectado duro", agregó.En un partido, dependiendo la magnitud del encuentro y la cantidad de...

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