Agonía

Sofía Irene Cardona

A La Bombonera la abandonamos hace tiempo, como se abandona a una amable, pero desmemoriada, tía. Le teníamos cariño, le tolerábamos sus achaques y la visitábamos de vez en cuando. Ella nos recibía con las rutinas de siempre y nos agradaba encontrarla así, inalterable, más ajada, pero resistiendo. Nos tomábamos su café, le dábamos conversación y nos despedíamos, satisfechos de haber rescatado un recuerdo. Hay que ver el escarceo que ha creado la noticia de su turbulenta agonía, como si tantos fueran los accionistas, como si todos fuéramos los hijos del muerto. ¿O, acaso, de alguna manera, lo somos?

Ese día conocí a un señor que iba todos los domingos a comprar mallorcas para desayunar con su esposa. A sus noventa años hacía la ruta desde Río Piedras manejando su antiguo chevrolet por toda la Ponce de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR