La agotadora espera por un hogar

Las escaleras revelan el inclemente azote del paso de tiempo. La frágil estructura corroída que da acceso al segundo nivel de su hogar parecería que está a punto de ceder. Lentamente, Gladys Peña, de 74 años, gira la perilla y abre la puerta. "No subo porque me da nostalgia", admite.Hace tres años, Gladys vio desvanecer gran parte de sus sueños cuando los feroces vientos del huracán María, aquel 20 de septiembre, arrasaron con su casa en la comunidad Las Monjas, en San Juan."Esto es sacrificio propio, mío, mío, sin pedirle ayuda a nadie. Nunca cogí cupones, nunca he pedido ayuda a nadie. Este fue el sacrificio de mi vida", relató orgullosa mientras observaba con nostalgia la segunda planta de la casa que logró construir, en 1994, y que fue su hogar hasta hace seis meses.Hoy, solo quedan paredes y un frágil techo cubierto a medias por un toldo. El espacio que levantó haciendo catering estará vacío, pero Gladys recuerda cada esquina. Sabe dónde estaba la cama, dónde guardaba la ropa y la esquina por la se colaba el agua. "Puse como un plástico para que no me cayera aserrín en la cama. Uno se pone creativo", dijo.Gladys es una de tres recipientes elegidas para la construcción de su hogar a través de la iniciativa "Mi Casa Resistente", que surgió gracias a una alianza entre el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico (CIAPR) y el G-8 para diseñar y construir viviendas seguras, a prueba de fenómenos atmosféricos, para familias del Caño Martín Peña.En su fase inicial, que incluye el desarrollo de tres viviendas, Gladys será una de las beneficiadas. Reconoce que, sin las ayudas de entidades como estas y el Proyecto Enlace del Caño Martín Peña, probablemente la esperanza de un nuevo hogar estaría más lejana. Debido a la frágil condición que se encuentra la vivienda, el G-8 le arrendó una casa a Gladys en lo que se culmina la construcción del nuevo hogar."Este es mi ranchito… yo siento que es parte mía, de tantos años viviendo aquí, aquí he echado raíces, aquí es que yo me siento bien, en este rincón", compartió.Más de 1,000 familias perdieron sus techos y más de 100 se quedaron sin hogar en el Caño a causa del huracán María.Admitió que, durante estos pasado tres años, ha habido momentos de desesperación y de tristeza. "Con mis altas y con mis bajas, he estado tratando de superar todas las pérdidas materiales", expresó.La impotencia y frustración que ha experimentado Gladys por los pasados tres años, probablemente, es similar a la que...

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