¿Y ahora qué?

Por Miguel Ferrer

banquero de inversiones

Antes de perdernos entre todos los datos que están surgiendo sobre las finanzas de Puerto Rico, propongo que nos atrevamos a ser distintos. Una de las ventajas que tiene Puerto Rico es su autonomía fiscal, sin embargo no hemos aprovechado al máximo el potencial que nos ofrece. No hemos usado las contribuciones como herramienta de desarrollo económico con el vigor que requiere nuestra situación actual.

El nuevo gobierno tiene la oportunidad de atreverse a hacerlo. Lo que propongo, y llevo proponiendo por los pasados seis años, no reduce los ingresos corrientes del fisco y tiene el potencial de generar mucho más. Me refiero a reducir la tasa máxima de contribuciones corporativas y para individuos a 25%, una equivalente al promedio del hemisferio. Así tendríamos una tasa competitiva al compararla con las economías al norte y al sur de nosotros.

La razón por la cual digo que no reduciría los recaudos corrientes es porque no aplicaría a ninguno de los que ya estamos en el sistema, por el momento. Aplicaría solo a los negocios nuevos e individuos que se establezcan en Puerto Rico, ya sea inversionistas de otros lares o puertorriqueños que deseen regresar a su isla.

La idea es que sirva de anzuelo para atraer nuevas inversiones, capital a la isla de forma que se logren dos objetivos: contribuir a cerrar el déficit del presupuesto y, más importante aún, contribuir a reactivar la economía con el fin de crear más empleos y crear más riqueza colectiva. Una vez la economía se reactive, la tasa máxima del 25% aplicaría a los negocios existentes. Igual se reduciría al 25% la tasa máxima para los individuos que ya estaban en el sistema.

Aquellos de nosotros que ya somos contribuyentes tendremos que aceptar esta fórmula poco simpática para lograr eventualmente gozar de este beneficio. De todas formas, la actual Reforma Contributiva propone reducir la tasa máxima tanto para individuos como para corporaciones una vez se cumpla con tres pruebas, una de ellas el crecimiento de la economía en 1.5%. La alternativa que propongo es una vía para lograr alcanzar las tres pruebas fiscales de forma que todos podamos gozar de una tasa más baja lo más rápido posible.

Es importante actuar ya para darle paso a que estas medidas hagan su efecto, sino estaremos sumergidos bajo una montaña de retos financieros y económicos.

Por ejemplo, no se había acabado la semana de las elecciones cuando Standard y Poor's sacudió la esperanza de...

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