¿ALÓ?

Por Fernando Ribas Reyes

fribas@elnuevodia.com

"Me costó llamar", admitió.

El número que debía llamar pertenecía a su colega dirigente José Luis 'Nitro' Díaz, con quien nunca había hablado por teléfono antes y con quien se limitaba al tema de voleibol cuando les tocada hablar en persona, como en algunas entrevistas que la también comentarista le había hecho a Díaz en juegos transmitidos por televisión.

Pero la falta de confianza no fue la razón por la cual a Molero le sudaron las manos o por la cual le tomó tiempo hacer esa llamada. Tenía razones de mucho más peso, razones que, tal vez, evitarían para siempre que los colegas entraran en confianza.

Molero tenía que decirle a Díaz que ella sería quien le sustituiría en la dirección de las Lancheras de Cataño en el voleibol Superior. Molero era de las pocas personas que conocían que a Díaz lo habían despedido como dirigente del equipo.

"Lo hice hasta con pena porque nadie quiere que despidan a un colega, y me tuve que poner en sus zapatos", recuerda Molero.

Cuando Díaz vio el número de teléfono que se marcó en su pantalla, no reconoció quien lo procuraba. ¿Quién será ahora? ¿Cuál será ahora la noticia? Se habrá preguntado Díaz. Había pasado un día difícil ya para aventurarse a contestar sin tener idea quién estaba al otro lado de la línea -o de la onda.

"De verdad que me extrañó la llamada. No me la esperaba", reconoció Díaz.

Pero la contestó y la voz dijo 'Nitro, es Xiomara, Xiomara Molero'. Entonces Díaz no tuvo duda de qué se trataba de la llamada de dirigente a dirigente y se sintió respetado. Sintió que todavía queda dignidad en este mundo. También aprendió.

"Le di las gracias de que tuviera esa deferencia conmigo. Y estuvimos hablando del equipo. Es una llamada que pienso hacer cuando me toque", dijo.

La llamada de Molero a Díaz ocurrió la semana pasada y sucedió a la que el dirigente Quique Ruiz tuvo que hacer hace dos semanas a su colega y exasistente Carlos Rodríguez, despedido por las Valencianas luego de dos partidos jugados en la temporada Superior.

Esa llamada es frecuente entre los dirigentes, independientemente del deporte, aunque no es obligatoria hacerla. Después de todo, el deporte nacional se considera profesional y se supone que no sea culpa del dirigente entrante la salida el dirigente despedido.

Se trata de una deferencia, como dijo Díaz, de una manera de apoyar al colega en los momentos difíciles, de comunicarle de primera mano que quien le habla será su sucesor, de...

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