Alegría

Miguel Rodríguez Casellas

Eduardo es Papi sin pretensión de patriarca, ni candidatura a leyenda, ni compulsión antológica. Es un divo poroso, fluido, híbrido, como un estuario.

Entre Ricardos y Eduardos sobreviven los Gervasios. Eduardo se los come a todos con un gesto risueño, "fast-food" sin papas. Sin papás, debía decir.

Al filo de sentenciar que "no hay teatro" (aunque sobre el drama), afloró este evento primaveral de melancolía otoñal en clima templado. El descontento abarrotó el vestíbulo del "Hotel Puerco Espín" de la fábula eduardiana. Nuestra Puerta del Sol se abrió allí, en la oscuridad íntima de la "Esquina Periferia", producción del " Taller de Otra Cosa" y "Teresa, no", que estelarizaron Eduardo Alegría y una comparsa de sobrevivientes de la vida y del escenario. No es nuevo que a falta de acción tengamos actores. Si bien, ésta es una ganga de inmensos intérpretes, desobedientes todos.

En la periferia no hay espacio para estrellas, artistas laureados o historias de éxito hiperbolizadas. Tiempo hay para el embeleco colectivo, la terapia grupal, el anti-ditirambo. "Sin techo", como dijo Eduardo.

Sirve Eduardo el texto y al texto. Sirve hoy para mucho. Para sustituir al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR