Alerta: pánico homosexual

ANA LYDIA VEGA

ESCRITORA

Según los entendidos en la materia, el término se aplica a una especie de locura temporal debida al terror a ser acosado por alguien del mismo sexo. Como el del "crimen pasional" que justifica la masacre de mujeres, el dudoso alegato sirve para atenuar la culpabilidad del victimario y agenciarle una sentencia menos severa.

No pienso analizar aquí los complejos e inseguridades que puedan detonar las pulsiones homicidas de esos matones de virilidad ofendida. Lo que me interesa es reflexionar sobre las causas de la epidemia de violencia anti-gay que azota al País. Se trata de una gravísima realidad que atañe y perjudica no sólo a quienes la experimentan sino también a quienes -consciente o inconscientemente- la generan.

Las recientes revelaciones de celebridades como Ricky Martin y Gigi Fernández han creado la falsa impresión de que la persecución contra los homosexuales es cosa del pasado. Sin duda, el hecho de residir en el extranjero les ha facilitado a esas estrellas boricuas el disfrute de unas opciones que en su país de origen no hubieran podido ejercer. En Puerto Rico, mientras tanto, se ha declarado una sangrienta temporada de caza.

Acá, los gays de a pie -aquellos que ni son famosos ni viven fuera de las fronteras insulares- sufren el recrudecimiento de un prejuicio tan arraigado como anacrónico. La contradicción salta a la vista. Cada vez son más numerosos los países que incorporan el matrimonio gay. Cada vez más figuras prominentes proclaman su sexualidad encubierta. Pero, ante el avance acelerado de las luchas igualitarias, el contragolpe de los sectores hostiles al cambio se hace sentir con mayor virulencia.

La homosexualidad ha sido estigmatizada desde épocas inmemoriales. La lectura literal y acrítica de los dictámenes bíblicos selló su demonización. De abominación sentenciada por la ley divina, pasó luego a ser considerada como enfermedad o desviación. Aunque desmentidas por la ciencia y trascendidas por la historia, esas visiones absurdas y obsoletas todavía siguen retrasando la sana evolución de las mentalidades.

Nefasta ha probado ser la alianza de los oportunismos políticos con los fanatismos fundamentalistas. El evangelio del odio ha impulsado la confiscación de libertades por parte del estado. Leyes cavernícolas han penalizado las relaciones entre personas del mismo sexo. El ciudadano homosexual ha sido expuesto a la devaluación moral y el irrespeto público. La burla y el insulto representan la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR