Alimento para la pupila

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Por su parte, Snyder es muy consciente de que en un medio audiovisual, lo que más peso tiene es el recurso que alimenta la pupila del espectador.

Los primeros minutos de este filme, que no puede ser clasificado en ningún género en particular dado que funciona como una licuadora cinematográfica, igualan el talento incomparable que distinguió el trabajo del cineasta en "300" y "Watchmen". Desafortunadamente, en los minutos subsiguientes el gancho narrativo del filme es revelado y además de ser enteramente risible logra que el filme sea una experiencia cinematográfica enigmática y frustrante.

Con este filme, crea un universo donde la fantasía es ilimitada, dando paso a secuencias que cuentan con visuales asombrosos y suntuosos en su calidad fotográfica. El problema es que Snyder parece haberse olvidado de que los visuales tienen que ir en función de una historia y la trama de "Sucker Punch" constantemente se tropieza con su falta de reglas y con virajes inconsecuentes.

El guión, de Snyder y Steven Shibuya, entrega una versión hueca de "The Matrix" en la que ninguna de las acciones tienen consecuencia en los niveles de realidad que se están retratando.

Dado el talento del director y del resto del equipo de producción resulta injusto clasificar esta película como mediocre, pero su laberinto fantástico aplasta lo que pudo haber sido un drama extremo. Decir que el filme funciona como un videojuego tampoco es apropiado dado a que la mayoría de ellos tienen una narrativa mucho más efectiva y lógica que el filme.

La película nos presenta la historia de una heroína trágica que ha sido denominada como "Baby Doll" (Emily Browning) por el resto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR