Más allá de los eslóganes

JAMES GIL DE LAMADRID

PAX CHRISTI

¿Pero no será cierto que si reseñamos los hechos de violencia desprovistos de sus matices estamos a la vez borrando nuestra capacidad de indignación ética ante ellos?

Comparto los sentimientos de repulsión y de justa indignación que manifiestan los sectores feministas del país ante los frecuentes incidentes de violencia machista en Puerto Rico. Uno queda con la impresión de que el Estado sólo sabe de represión a posteriori y que existe una especie de consenso nacional en la aceptación tácita de lo inevitable de estas tragedias. Lamentable sería si fuese esto, junto con los salarios de los funcionarios electos, de las pocas cosas en las cuales nuestros líderes políticos pudiesen estar de acuerdo.

Quien conoce los tribunales de familia sabe que nuestro país funciona demasiado a base de estereotipos. Pareciera que los hombres siempre son incapaces de merecer la custodia de sus hijos. Pareciera que las mujeres siempre son inocentes. Construir una identidad victimizada del sexo femenino es un flaco servicio tanto a éstas como a los hombres.

Sostengo que el fenómeno de la llamada violencia doméstica es un problema...

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