EL ALMA DE LA IMAGEN

por Luis R. Trelles. Especial El Nuevo Día

En una entrevista exclusiva con ¡Ea! Gustavo Santaolalla, ganador del Oscar por mejor partitura original en dos años consecutivos, caracterizó a la música como un aspecto fundamental del quehacer cinematográfico.

"Es esencial para llevar la historia y conectar emocionalmente con los personajes. La trama sonora es integral para la trama de una película", mencionó el compositor de la música de "Brokeback Mountain" y "Babel".

Siempre ha sido así: el cine y la música se han complementado desde el nacimiento mismo del Séptimo Arte.

Raymond Torres Santos, un compositor puertorriqueño que ha tenido una larga carrera como orquestador para cine y televisión en Los Ángeles, recordó que "la música cinematográfica tuvo un inicio poco estético, llenaba el vacío en el cine silente".

Las proyecciones de los hermanos Lumière, los franceses que inventaron el cinematógrafo, contaron con el acompañamiento de notas que no se volverían a separar de la imagen.

"Hasta en la presentación de la primera película, en el 1895, había un piano: el proyector hacía ruido y así se tapaba un ruido molestoso con otro menos molestoso", explicó Carlos Camuñas, director de programación de Radio Universidad y compositor para filmes locales.

Ya para la era dorada del cine silente en la década del 20 se había institucionalizado la música en los teatros.

"En los cines modestos había un solo pianista y en los cines más lujosos podía haber una orquesta entera", señaló Camuñas, quien también presenta el programa semanal "Música cinematográfica" en Radio Universidad.

El repertorio de la época se basaba en los clásicos: "Con la creación de las grandes producciones en Hollywood fue necesario reclutar compositores que pudieran escribir en el estilo del momento: música romántica al estilo de Wagner, Rachmaninoff o con experiencia de Broadway", dijo Torres Santos, que también es decano de la Escuela de Arte en California State Universtiy, Long Beach.

Y entonces todo cambió. El cine aprendió a hablar gracias a la tecnología que revolucionó el medio. Ya no hacía falta acompañamiento en las salas, la música se integraba al celuloide.

Carlos Camuñas encuentra que con esta transición se suscitó una confusión épica en Hollywood: "Muchos pensaban que al cambiar al cine sonoro ya la música incidental no sería necesaria. Las primeras películas dramáticas con sonido no llevaban música".

Para finales de los 40, el cine puertorriqueño floreció. La División...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR