Altibajos en su primer concierto

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Sin embargo, frente a decenas de personas, la novel cantante sacudió anoche todo aquel drama en lo que describió como su "primer concierto mío e íntimo".

La artista presentó su show Simplemente yo ante varias decenas de fanáticos que se acomodaron de pie frente a la tarima de uno de los salones del Shannan's Irish Pub, en Guaynabo.

Tras un conteo regresivo, la vocalista apareció desde una barra y se trasladó al escenario mientras interpretaba La negra tiene tumba'o. "¡Azúcar!", gritó entonces la emblemática frase de Celia Cruz.

Interpretó temas como Oye y Estoy enamorado, aunque no sin antes invitar a la gente a mover el esqueleto. "Estoy superemocionada. ¡Hay que bailar, ok!", comentó.

Luego estalló en llanto al dedicarle el show a su fallecido padre Ramón. "Eres una persona sumamente importante y especial en mi vida que tristemente no pudo estar conmigo hoy, pero sé que dondequiera que se encuentre, va a estar más que contento de su hija Gremal", expresó mientras besaba una foto de su progenitor.

A veces desafinada, vocalizando fuera de ritmo e invitando al público a cantar con ella, Gremal pudo motivar a la audiencia con gestos y comentarios espontáneos. "¡Llegó la mamá de los pollitos!", exclamó a la vez que interpretaba cortes como Every Breath You Take y Cuando una mujer.

La chica, de 18 años, complació así a sus seguidores con una docena de números de figuras como Melina León, Natalia...

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