Amantes hasta el fin

Por María Ivette Vega Calles

maria.vega@gfrmedia.com

La pareja lleva 25 años junta, pero su pasión y la manera de amarse es con la ilusión de jóvenes de 15 años. Sin embargo, dos hijos y grandes logros y adversidades le han dado una solidez que lleva el sentimiento a otro nivel.

El matrimonio compartió en exclusiva con El Nuevo Día la fórmula de su felicidad.

¿Cómo se conocieron?

Draco: Conocí a Ángela en Los Ángeles. Estaba con su hermana Magali ensayando para la película Salsa. Ángela tocó la puerta, entró y el flechazo fue instantáneo.

¿Qué fue lo más que te atrajo de tu pareja?

Draco: La encontré súper atractiva, inteligente, interesante, porque hablábamos de los mismos intereses, el arte, la música. Ella es puertorriqueña, vivía en Nueva York, y había esa conexión, muchas cosas similares. Ella estaba loca por ir a Puerto Rico y yo le decía: 'yo soy tu guía'. Nos llevamos bien hasta que llegó el romance con mucha pasión.

Ángela: Es difícil de explicar la razón por la que había química, obviamente hubo una atracción inmediata entre los dos. Pero fui un poquito reservada, no lo dejé entrar mucho. El día que lo conocí pensé que era lindo, bien cómico, bien simpático, súper charming. Con el tiempo se desarrolló el romance, no fue rápido. Así fue como me crió mi mamá. Me decía: 'cógelo suave, no brinques muy rápido'. En la película estuvimos juntos todos los días por dos o tres meses y eso adelantó el proceso de la relación. Teníamos tantas cosas en común, la música, el arte, él es boricua y yo también y estábamos sin familia en Los Ángeles. A él le hacía falta la comida puertorriqueña, y yo cocino bien. Cuando se enteró de que yo sabía cocinar, olvídalo, se enamoró. (ríe)

¿Qué recuerdas de ese periodo de conquista?

Draco: Los primeros años fueron interesantes, uno se va conociendo. Me di cuenta de que Ángela era la mujer de mi vida cuando pensé que sería la madre ideal para mis hijos. La veía con sobrinos, con los niños y me encantaba. Ella tiene algo muy especial con los niños y supe que podía ser la madre de mis hijos. Obviamente, me sentía atraído hacia ella, la encontraba sexy, me gustaba como caminaba, tiene unas manos preciosas. Siempre parece que va a hacer una campaña de Vogue, y a mí me gusta la mujer segura, que se sabe llevar, con autoridad. Me emociona mucho.

Ángela: Nosotros hablábamos y nos reíamos mucho. Los dos somos bien románticos. Es súper respetuoso, un hombre bien tradicional que te abre la puerta. Es bien caballeroso y eso es importante porque tenemos dos varones, el ejemplo que da es bien lindo para ellos. Algunas veces veo a otras parejas que el hombre no es así, que por ejemplo camina al frente y la mujer se queda atrás con los nenes, las bolsas. Pienso, 'wow, eso es un trabajo en equipo y eso no está funcionando allí'. No sé, quizá estoy consentida.

¿Qué es lo que más te ha influenciado de la personalidad de tu pareja?

Draco: El enfoque a ciertas cosas. En la fotografía ella ha sido fantástica. Descubrí en Ángela la paciencia para dibujar, pintar, lo que es estar tranquilo y no hacer nada. Descubrí que existe ese tipo de apreciación a la vida, porque en la época en que vivía en Ponce, como en la de Menudo, siempre era un corre y corre. Ángela tiene esa vibra de que 'no te preocupes, todo va a estar bien' y yo no vengo de ese background, sino el de que siempre hay que ser productivo, hay que trabajar todos los días. Ángela ve la vida diferente y eso crea un buen balance. Hasta el día de hoy lo sigo aprendiendo. Tengo que hacer un esfuerzo para ver la vida de esa manera.

Ángela: Su drive, él es eléctrico. Yo puedo dejar algo para mañana, él no, todo tiene que ser hoy o ayer. Para mí es bien inspirador. Si empiezo algo él empieza: 'vamos a terminarlo, vamos, vamos, para brincar a otra cosa'. Yo lo hago con...

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