Amargo el origen de la regulación

Por Rut N. Tellado Domenech

rtellado@elnuevodia.com

Esto se debe a que la leche, así como el café, son los únicos productos agrícolas en los que el gobierno de Puerto Rico interviene para regular su precio, una medida que lo que busca es proteger a la industria local.

Mientras el precio en góndola del café es regulado por el Departamento de Asuntos del Consumidor, la Oficina de Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) hace lo propio con la leche.

La producción de leche, que durante el año 2010-11 generó $235.1 millones, ha sido durante años la principal empresa agrícola de Puerto Rico.

El florecimiento de la industria lechera de la Isla coincidió con la caída de la producción de azúcar a mediados del siglo XX, de acuerdo con José Pantoja, que hasta el mes pasado fue administrador de la ORIL.

Contó que en aquella época, como ahora, los ganaderos vendían a las plantas elaboradoras (que son las encargadas de procesar la leche fresca) el producto que obtenían mediante el ordeño del ganado en sus vaquerías.

"De los problemas iniciales que tuvo la industria cuando empezó su desarrollo fueron las diputas entre los elaboradores y los productores (ganaderos), que casualmente es lo que vemos en el presente todavía", observó Pantoja. Entre las razones para esas desavenencias, recordó que unas elaboradoras vendían más leche que otras y los ganaderos que les suplían a estas plantas estaban en ventaja, lo que generaba muchas peticiones de cambio.

También había problemas con los excedentes, que es la que no se vende para el mercado de leche fresca. Esto porque las plantas elaboradoras no compraban a los ganaderos toda la leche que estos producían. "El excedente representaba una pérdida de ingresos para los ganaderos", dijo la secretaria de Agricultura, Myrna Comas.

Ambas partes lograron llegar a acuerdos que culminaron en la aprobación de la Ley 106 de 1956, que luego fue derogada por la Ley 34 de 1957 y que crea la ORIL, cuyo administrador es nombrado por el secretario de turno en el Departamento de Agricultura.

"Con la ley se creó el Fondo para el Fomento de la Industria Lechera (FFIL), que se alimenta de partidas que vienen de las ventas de la leche y una cantidad de dinero que se le retiene a los ganaderos", apuntó Comas. Ese fondo, que no depende del Fondo General, se utiliza para campañas de medios de comunicación que fomentan el consumo de leche fresca.

También nutre programas que analizan muestras de leche para monitorear su calidad e...

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