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Ambicioso plan para vigilar las costas

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Por José A. Delgado

jdelgado@elnuevodia.com

Bajo su plan, enviado a la secretaria del Departamento de Seguridad Interna (DSI) de Estados Unidos, Janet Napolitano, y entregado a La Fortaleza, se establecerían 14 bases alrededor de la costa de Puerto Rico, se requerirían 28 lanchas de velocidad rápida y cuatro helicópteros, entre otras cosas.

Cada base controlaría una zona de 20 millas de largo y 10 millas de ancho -donde no suelen entrar, según CDI, las embarcaciones de vigilancia del Gobierno federal-, y le cortaría el paso a las lanchas pequeñas que sirven de "mulas" para los cargamentos que se lanzan en altamar, indica el plan.

CDI aspira a obtener un contrato con el DSI-Homeland Security, para administrar el programa, aunque no ha recibido respuesta alguna del Gobierno federal.

El jueves, el subcomité de Investigaciones de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes tratará el tema del narcotráfico por la zona de Puerto Rico, en una audiencia en la que declararán, entre otros, el gobernador Luis Fortuño y el nuevo jefe de la Policía, Héctor Pesquera.

"Mi principal objetivo es que tomen conocimiento del plan", dijo, en una entrevista telefónica, Carlos Ruiz Cox, un abogado de San Juan que en 1988 tuvo a su cargo la seguridad de la noche electoral en Puerto Rico y es parte del grupo CDI, que aun cuando no está incorporado aspira a desarrollar el plan para el Gobierno federal.

Junto a Ruiz Cox forman CDI Robert Buckley, un exfuncionario federal que tuvo tareas antidrogas y vive en Atlanta, Georgia, y otro abogado de Puerto Rico que han preferido no identificar.

Ruiz Cox dijo que CDI aspira a reclutar el personal necesario, organizar e implantar la nueva la estructura de vigilancia.

Para poner en marcha el plan, Ruiz Cox anticipa que se requieren unos $ 6 millones, pero muchos más deberán salir del DSI cada año.

Los vigilantes de las costas, dijo, no deben ser residentes de la Isla, sino estadounidenses -mencionó, por ejemplo, exmilitares-, desvinculados de la sociedad boricua y que puedan mantenerse, por cuestiones de seguridad, en instalaciones militares estadounidenses, como el fuerte Buchanan del Ejército o de la Guardia Costanera.

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