La amenaza de los virus emergentes

El 60% de las enfermedades que afectan a los humanos proviene de animales. Es un proceso natural -no una excepción-, conocido como zoonosis, que puede desembocar en brotes muy severos cuando las personas no tienen la capacidad inmunológica de contrarrestar las infecciones.Esto último es lo que ocurre ahora con el coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV-2), causante de la enfermedad COVID-19.Hasta ayer, 1.05 millones de personas se habían contagiado y 56,985 habían muerto por COVID-19 en 207 países y territorios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 11 de marzo declaró la enfermedad como pandemia.Según el biólogo evolutivo Samuel Díaz Muñoz, el SARS-CoV-2 es un "virus emergente" y, como todo ser viviente, su meta es reproducirse y traspasar su material genético a futuras generaciones."Como el ser humano no sabe cómo armar la defensa, el virus sigue campante y se propaga. Eso es lo peligroso de los virus emergentes. Ya cuando la población humana vaya cogiendo inmunidad, o cuando tengamos una vacuna o tratamiento, habrá una presión evolutiva, pero eso tarda mucho tiempo", dijo el profesor del Departamento de Microbiología y Genética Molecular y del Centro de Genómica de la Universidad de California en Davis.Hasta ahora, el origen del SARS-CoV-2 se sitúa en la provincia de Wuhan, China, específicamente en un "mercado mojado" de animales silvestres, pues 27 de los primeros 41 enfermos estuvieron allí.Científicos aislaron genéticamente el nuevo coronavirus para determinar su procedencia y hallaron una similitud de más de 95% con los murciélagos, por lo que estos mamíferos -los únicos que vuelan- pueden considerarse su reservorio o huésped natural, explicó, por su parte, el catedrático del Departamento de Microbiología de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Río Piedras Gary Toranzos.Se sospecha, sin embargo, que el salto del SARS-CoV-2 a los humanos se dio a través de un pangolín, otro mamífero -también llamado oso hormiguero escamoso-, que en este caso sería un huésped intermedio.Tanto los murciélagos como los pangolines son considerados manjares gastronómicos en China. Aunque la venta de pangolines -vivos o muertos- es ilegal en el país asiático, ambas especies pueden conseguirse en los mercados de animales, que fueron cerrados temporalmente por las autoridades chinas por la pandemia."El virus no se transmitió por comerse una sopa de murciélago. El calor mata los virus. El problema es en los...

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