Mi amigo Onofre estuvo allí

ABRAHAM LINKEWER

PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO PUERTO RICO-ISRAEL

Tal como lo haría Wells Fargo, pero en avión, el presidente recogió la bolsa, saludó y partió.

Por supuesto que lo recibimos con todo respeto y consideración. Somos excelentes anfitriones y lo demostramos con el celo con el que repavimentamos la Baldorioty, pintamos los frentes de las casas y abrillantamos las alcantarillas, todo en tiempo récord.

Repartió sus cuatro horas de visita entre el saludo protocolar al gobernador, su almuerzo en una panadería y las reuniones políticas con quienes, entre $ 10,000 y $ 35,000 por nuca, demostraron una vez más que el acceso al poder se compra, y muy bien pago, por cierto.

Los cartelones que se veían en el recorrido de la comitiva leían motivos en inglés, en español y también en "spanglish", lo cual fue el mejor mensaje que el jefe podría haber recibido de cómo está la educación en nuestra isla.

Juan del Pueblo pidió empleos, que no le quitaran sus casas, sin saber que algunos de los que les podían ayudar a resolver esos asuntos estarían con el presidente pagando 35,000 pesos por una foto y un apretón de manos.

Los partidos políticos fueron muy caballerosos con el visitante, unidos en el respeto a la primera figura del país, el que decide, junto al Congreso, si se le recortarán mucho o algo menos los fondos federales a nuestra gente necesitada.

No sabemos si la imagen aquella de la película "West Side Story", que mostraba a un boricua oscuro y problematizado, agobiado por los vicios, pero siempre dispuesto a la "juyilanga", es la que Obama traía con él, pero de seguro que la muestra de civilidad con que se le recibió le habrá hecho pensar que ya no vivimos en los árboles y somos tan ciudadanos americanos como los de Chicago que él conoció.

Problemas tiene el presidente para su reelección. Un desempleo que no cede, más de un millón de viviendas reposeídas por los mismos bancos que crearon la crisis y la desconfianza en la economía que no se mitiga con el verbo elegante y florido de sus discursos.

Los cambios que prometió en el 2008 aún no se han concretado: estamos envueltos en más guerras que nunca, en una economía...

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