El amor entra por la cocina

Por Mónica I. Feliú-Mójer

Especial El Nuevo Día

En este estudio los científicos descubrieron que el olor de las frutas podridas, el alimento predilecto de la mosca frutera, ayuda a promover la conducta de cortejo en las moscas macho. Mientras, que es de amplio conocimiento, que las feromonas, unos compuestos químicos secretados por las moscas y otras especies, promueven la conducta de cortejo en las moscas macho.

Esta es la primera vez que se descubre que un químico derivado de la comida puede tener un efecto afrodisiaco.

Cómo detecta el olfato las feromonas; de qué manera interpreta el cerebro ese mensaje químico; y cómo esa interpretación produce cambios en el comportamiento animal, son preguntas muy importantes en el campo de la neurobiología. Aunque no parezca obvio, la secreción de sustancias químicas -en particular las feromonas- son un mecanismo de comunicación que ha sido utilizado por distintas especies, a través de la evolución.

El sistema olfativo de la mosca frutera (Drosophila melanogaster) es relativamente simple -comparado con el de los mamíferos- y ha sido bastante estudiado por los científicos, lo que hace de la mosca frutera un buen organismo modelo para contestar estas interrogantes neurobiológicas. El "mime" tiene distintos tipos de neuronas olfativas, y cada tipo de neurona olfativa responde a un aroma en particular.

Eventualmente, estas neuronas se conectan para formar redes o circuitos en el cerebro de la mosca frutera que controlan o influyen en funciones o comportamientos específicos.

Anteriormente, se había encontrado que las neuronas que respondían al aroma de los alimentos se conectaban a circuitos neuronales diferentes de aquellos a los que se conectan las neuronas que responden a las feromonas.

Sin embargo, en este estudio, los científicos de las Universidades de Lausanne en Suiza, Bourgogne en Francia y el Laboratorio de Biología Molecular en el Reino Unido, encontraron que algunos compuestos aromáticos hallados en las frutas podridas y otras plantas activan ciertas neuronas en la "nariz" del mime (sus antenas y papilas maxilares) que se conectan a un circuito neuronal cuya función es regular el comportamiento de cortejo de las moscas.

Cabe mencionar que para la mosca frutera el lugar donde se alimenta -como la superficie de una fruta en descomposición- muchas veces sirve también como su nido...

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