Un amor para nada convencional

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Sin embargo, una de las gratas sorpresas del filme es como este romance retiene una honestidad emocional genuina que lo rescata de sus códigos melodramáticos. La única razón por la cual la adaptación de la novela de Joyce Maynard sale a flote es el toque delicado y preciso de Jason Reitman (Juno, Up in the Air) como director y el talento indiscutible de Kate Winslet (Contagion, The Reader) y Josh Brolin (Old Boy, No Country for Old Men).

La trama del filme sucede en el espacio del fin de semana largo titular y es contando desde la perspectiva de Henry, un adolescente que ha sido el testigo del deterioro emocional de su madre (Winslet) después de que su padre la abandonó por otra mujer. Durante este periodo los roles se han invertido, el hijo cuida de su madre excepto por una vez al mes cuando ésta se llena de valor para enfrentar el mundo y sale de su casa a hacer la compra. Y da la casualidad que en esa única salida el destino de Henry y el de su madre Adele se cruza con el de Frank (Brolin) un convicto que se las ha ingeniado para escapar de la cárcel y los obliga a darle refugio en su casa.

Luego de esto, la trama del filme da su primer brinco ambicioso, dado que la presencia de Frank no desata una situación de intriga y...

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