Entre el amor y el dolor

Por María Ivette Vega Calles

maria.vega@gfrmedia.com

"Siempre tuvo mucha alegría. Recuérdenla con mucho cariño. Nosotros somos muy creyentes en la fe. Lo que queríamos era que no sufriera más y creo que está en un lugar privilegiado, donde el sufrimiento ya no tiene cabida", afirmó la actriz al llegar al mediodía de ayer a la Funeraria Carrasco López, propiedad de su padre, Luis López.

En el vestíbulo y la capilla todo estaba tal y como lo había pedido doña Vidalina.

Rosas, hortensias, orquídeas, lirios calas y azucenas, todas blancas, formaban los arreglos florales. Muchas de esas flores cubrían parte del ataúd de doña Vidalina, quien lucía un elegante vestido bordado de tonos rosados. Su rostro reflejaba la paz que su hijo Adalberto describió que tenía al momento de morir el domingo por la mañana en el Centro Médico, víctima de cáncer.

"Estuvimos preparándonos. Le dimos el amor en vida que ella nos brindó y tenemos esa fortaleza. Fue una madre excepcional. Nos dio todo en vida y nosotros pudimos reciprocarlo en sus últimos momentos", sostuvo Adalberto, médico de profesión.

En la capilla se escuchaba el tema Bello despertar, que también eligió doña Vidalina.

Fotografías de la familia adornaban las áreas de la funeraria. Entre ellas se destacaban varias que evidencian la estrecha relación que tuvo la actriz con su progenitora.

"La voy a recordar con mucho amor, con una sonrisa muy grande porque siempre fue muy linda. Siempre he dicho que estoy muy orgullosa de haber nacido en esta familia, en este hogar donde tanto mami como papi han sido pilares fundamentales. Nos criaron como hermanos siempre juntos, siempre sonrientes, a pesar de las cosas difíciles que nos ha tocado pasar. Y la vamos a recordar siempre con esa sonrisa, con ese cariño y, como ella decía, com 'mucha cosa buena' ", aseguró conmovida Adamari.

Amigos, estudiantes, familiares, compueblanos y personas que pertenecieron a organizaciones que doña Vidalina apoyó, llegaron a la funeraria, desde tempranas horas de la mañana.

Don Luis, con quien estuvo casada la madre de cuatro hijos durante 48 años, recibía con mucha calidez a todos los que se le acercaban en la funeraria.

"Siempre voy a recordar su forma de ser. Siempre era la consejera y nos servía de guía, y nosotros...

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