Amor y pasión en escena

Por Luis Hernández Mergal

Especial El Nuevo Día

Aún más difícil, cuando se trata de describir las excelentes cualidades vocales, la expresividad y el carisma escénico de una artista tan regia como la soprano puertorriqueña Ana María Martínez.

Gracias a Ópera de Puerto Rico, el público puertorriqueño tuvo el privilegio de escuchar a su soprano de mayor proyección internacional el pasado sábado en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce, en un concierto junto al tenor norteamericano Chad Shelton y la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, bajo la dirección de Maximiano Valdés.

El programa comenzó con una selección de dúos y arias de la gran tradición operística. Martínez y Shelton interpretaron juntos 'Un di felice' de "La Traviata" de Verdi, conocida declaración amorosa, a cuya natural actuación habrá sin duda contribuido el hecho de que ambos cantantes son marido y mujer en la vida real.

La 'Canción a la luna' de "Rusalka", de Dvorák, fue una muestra de las mejores cualidades vocales de Martínez: excelente sonoridad en los pasajes en registro grave, que abundan en esta aria, así como una aterciopelada dulzura en los registros más agudos. Fue una interpretación de inigualable belleza. En 'Una voce poco fa', Martínez hizo gala de su pasmosa agilidad vocal, apoyada en una respiración impecable.

Por su parte, Shelton representó con total convicción el patetismo sentimental de 'E lucevan le stelle' de la "Tosca" de Puccini. Ambos cantantes se volvieron a unir para finalizar la primera parte del programa con una conmovedora versión del dueto 'Bimba dagli occhi' de "Madama Butterfly" de Puccini.

La segunda parte del programa se dedicó al repertorio más ligero, incluyendo dos divertidas...

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