El amor todo lo puede
Por Jorge L. Pérez
jperez@elnuevodia.com
Entre los regalos predominan las flores, los bombones o las llamadas "tarjetas de San Valentín".
También otros lo aprovechan como el día de la amistad.
Eso está claro.
Ahora, ¿de dónde sale la tradición?
Ese es otro cantar.
Hay versiones que afirman que se trata de una creencia nacida en la Roma antigua: en febrero comenzaba oficialmente la primavera y ese era, además, el último mes del año, por lo que se consideraba que era un período de purificación para comenzar el nuevo año.
Según los historiadores, las casas se limpiaban con esmero y se celebraba la fertilidad.
Pero el origen que más se ha aceptado para explicar el nacimiento de la tradición recurre a la historia de un sacerdote romano llamado Valentín que supuestamente murió como mártir allá para el año 269, por orden de emperador romano Claudio II.
De acuerdo al libro de la Leyenda Dorada -un compendio de biografías de los santos de la iglesia publicado en el año 1260-, se elabora la siguiente leyenda: que el futuro San Valentín fue perseguido como cristiano, y eventualmente interrogado en persona por el propio Claudio II.
Durante la conversación, el emperador supuestamente quedó tan impresionado por el sacerdote que le ofreció dejarle con vida si accedía convertirse al paganismo romano.
Este, a su vez, ripostó tratando de convertir a Claudio II al cristianismo.
Ese desliz le costó la vida: fue ejecutado el 14 de febrero.
La Iglesia Católica, de paso, eliminó de su santoral la fecha del 14 de febrero en 1969, a partir del concilio de ese año, aduciendo que la realidad era que no se tenían datos históricos fidedignos acerca de la vida de mártir, aparte de saberse que su cuerpo yacía sepultado en la Via Flaminia, la antigua carretera romana.
Actualmente, los supuestos restos de San Valentín se encuentran en la Basílica de su mismo nombre que está en la ciudad de Terni. Allí, cada 14 de febrero se celebra un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
Esto se debe a que, a través de los años, se había desarrollado la leyenda de que el sacerdote romano supuestamente había violado una ley ordenada por Claudio II, en la que se prohibía que los soldados romanos contrajeran matrimonio.
¿La supuesta razón? Que los hombres casados, con otras preocupaciones y responsabilidades, no resultaban ser tan buenos soldados como los solteros.
Y el futuro San Valentín, conmovido, estuvo dispuesto a celebrar...
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