Amparo legal a las parejas gay

Por Miguel Díaz Román

end.mdiaz2@elnuevodia.com

La situación era tan alarmante que anualmente la Unidad Anti discrimen (UAD) del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos recibía para consulta unos 72 casos de personas de la comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales,Transexuales y Transgéneros (LGBTT), que perdieron su empleo o que fueron objeto de discrimen en su trabajo por su orientación sexual, según indicó la licenciada Miriam Costa, directora interina de la UAD.

La UAD atiende querellas por discrimen de empleados de corporaciones públicas y del sector privado. "Estábamos recibiendo hasta seis consultas mensuales. Debido a que no tenemos jurisdicción, pues no se había sido aprobada la Ley 22 de 2013 -que prohíbe en el gobierno y en la empresa privada el discrimen por orientación sexual o identidad de género- la mayoría de estos casos eran referidos a la sección de Discrimen por Orientación Sexual e Identidad de Género de la Clínica de Asistencia Legal de la Universidad de Puerto Rico", dijo Costa.

Desde enero hasta mayo, cuando se aprobó la Ley 22, la UAD recibió en consulta 30 casos de posible discrimen por orientación sexual en el empleo, la mayoría de los cuales fueron referidas a la Clínica de Asistencia Legal de la UPR. La funcionaria explicó que antes de la Ley 22, algunos casos de discrimen se procesaban bajo la causal de "estereotipo" que básicamente cobija el discrimen contra empleados que no se comportan como socialmente se espera que se comporte alguien de su género.

Costa aclaró que la causa de estereotipo, que ya existía al amparo de leyes federales y jurisprudencia, no se protege necesariamente a una persona homosexual sino que podía ser a hombres heterosexuales que otros percibieran como afeminados o mujeres percibidas como varoniles.

La licenciada Ada Conde, portavoz de la Fundación de Derechos Humanos, indicó que ante la ausencia de la Ley 22, la Clínica de Asistencia Legal de la UPR y los abogados en la práctica privada, llevaban los casos de discrimen por orientación sexual por la causal de "estereotipo" o por demandas de daños y prejuicios en el tribunal federal o estatal.

Agregó que también se podía radicar un caso ente el Departamento de Trabajo Federal por despido injustificado. "En esos casos los que se lograba era que el patrono pagara una mesada al empleado perjudicado y nada más. Pero con la Ley 22 se puede lograr que se paguen daños y el empleado puede recuperar su empleo. El discrimen en el empleo por...

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