Anhelan recuperar su pasión

Para un músico, nada es más importante que su instrumento. Es su principal herramienta de trabajo, lo que le permite expresar su creatividad, su pasión. Luego del embate del huracán María el pasado 20 de septiembre, fueron decenas de estudiantes y profesores del Conservatorio de Música de Puerto Rico que perdieron sus instrumentos a causa de las inundaciones que se suscitaron en el país.

Tal es el caso de Melissa Nieves Rosario, de 22 años y estudiante en dicha institución, quien perdió su piano luego de que su casa en el barrio Ingenio, en Toa Baja, quedara completamente bajo agua.

“Lo único que pude coger en ese momento fue mi bulto y las cosas que estaban dentro que eran las partituras, pero lo demás se quedó”, cuenta, toda vez que recuerda cómo tuvo que salir de su casa nadando. “Montamos a mi abuela en un kayak y mi mamá y yo lo fuimos halando bajo agua hasta que llegamos a un lugar seco. Cuando miramos para atrás ya no se podía ver la casa”, precisa sobre aquel día en que todo cambió.

Desde ese momento, Melissa se ha quedado en casas de familiares y amistades, y ha logrado practicar en el mismo Conservatorio de Música de Puerto Rico, donde pasa horas diarias ya que se gradúa el próximo año y prepara su recital de fin de curso.

“Aprovecho el tiempo como más puedo, considerando que tengo que practicar y también trabajar, pero de ahí en fuera es sobrellevar la situación lo mejor que se pueda. La realidad es que las pérdidas que sufrí fueron todas. Yo tuve que comprar ropa, comprar cosas, artículos de primera necesidad, pero puedo decir que en el mes que estuve sin casa -todavía no tengo casa- no me faltó comida, nunca me faltó un abrazo. Lo más bonito que trajo María fue que a pesar de que me dejó sin muchas cosas que uno piensa que son necesarias, me di cuenta que al fin y al cabo necesitas bien pocas cosas para ser feliz”, comparte con una sonrisa.

David López Rodríguez, de 20 años y quien estudia su tercer año en el Conservatorio de Música de Puerto Rico, también perdió su piano tras el paso del huracán. Su residencia en Ponce, donde vive con su mamá y hermanito de cuatro años, también fue afectada por las lluvias. La casa se inundó y el agua llegó hasta las rodillas, por lo que su instrumento fue pérdida total.

Después de la tormenta, David se sentía impotente porque no podía ensayar, así que se fue a abrir camino con un machete. “Lo pude hacer sin cargo de conciencia de que no importaba si después me dolían los dedos porque no tenía...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR