Riojas de antigua estirpe

Por Paco Villón

Los ingleses saben apreciar los vinos viejos de Rioja, sobre todo los blancos, vinos que muchos han olvidado, pero como decía el Cardenal Agustín Bea en un debate durante el Concilio Vaticano II: "La tradición, lo que tiene de bueno no lo tiene por lo que tiene de vieja, sino por lo que tiene de vida".

La ciudad de Haro, es la capital de la Rioja Alta, con sólo 11,500 habitantes y un buen número de bodegas. Para la segunda mitad del siglo XIX, la plaga del oídio primero, y la de la filoxera después, azotaron las vidas de Burdeos y los bordeleses. Ante la posibilidad de quedarse sin vino, sin barricas para añejarlos y sin clientes, cruzaron los Pirineos y no pararon hasta llegar a la primera región vitivinícola de España que encontraron en las márgenes del río Ebro: la Rioja.

En esa época ya el vino riojano era bien conocido y Haro también, al punto que otra de las razones que motivó a los bordeleses a asentarse allí fue porque ya tenían una estación de ferrocarril y se podían exportar los vinos por Bilbao o por tierra.

Los incipientes bodegueros de Rioja encontraron en los franceses buenos maestros que les enseñaron técnicas nuevas y a criar sus vinos en barricas de roble francés y americano, el cual se hizo más popular porque era más económico.

La Bodega López de Heredia es la más antigua de Haro, fundada en 1877 por Don Rafael López de Heredia y Landeta, siguiendo las técnicas de los inmigrantes bordeleses. Para la segunda década del Siglo XX, López de Heredia rompió con la costumbre de comprar fruta a los pequeños cosecheros y sembró vidas en tierra propia, la finca Viña Tondonia, un viñedo de más de 100 hectáreas en la margen derecha del Ebro y de donde procede, aún en la actualidad, la fruta para sus mejores vinos. Otros tres viñedos en la Rioja Alta: Viña Cubillo, Viña Bosconia y Viña Zaconia completan la propiedad, que está mayormente sembrada con las cepas clásicas de la Rioja: Tempranillo, Garnacha, Mazuelo, Viura y Malvasía.

Esta bodega, que ha ido pasando de generación en generación con pocos cambios está vista como una de las más tradicionales que quedan en Rioja, a pesar de que actualmente toda la responsabilidad recae en la cuarta generación que son un hermano, Julio César y dos hermanas, Mercedes y María José, directora-gerente, graduada de la Universidad de Davis en California, pero un espíritu libre que no se ve atada a las enseñanzas de la escuela.

En una entrevista que le hicieron en una revista española...

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