Apatía

Rosa Mercado

La mezcla de maltrato y apatía está acabando con el país. Y no son los adolescentes los únicos apáticos. En ellos se entiende. Adolecer es faltarle algo y a esa edad, el temor, la presión de grupo, el miedo a no ser aceptado por sus pares, puede hacer que ninguno de los que sepa lo que pasó en el tercer piso de la escuela diga nada. El ser vivo que arrojaron al vacío para reírse mientras iba al encuentro con su muerte, era para ellos, un perro sin dueño. Nada. Nadie.

¿Qué sociedad engendra semejantes monstruos? ¿Qué viven esos adolescentes en sus casas? ¿Dónde comenzó la cadena del maltrato cuya señal visible fue el perro cayendo al vacío y de fondo las risas de los adolescentes que lo lanzaron por los aires?

No podemos caer en la ecuación simplona de decir que maltratan porque fueron o son maltratados. Muchísimos niños maltratados serían incapaces de provocar dolor en ningún ser vivo. Porque nadie que haya sentido un dolor profundo puede sentir satisfacción en replicar ese dolor en otro.

Pero asumamos que estoy equivocada y que hay teorías que validan lo contrario. La pregunta sigue siendo la misma: ¿qué clase de...

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