Aplauso ardoroso

por pedro reina

Especial El Nuevo Día

Las cuarenta voces del Orfeón fueron antecedidas esa noche por trece niñas y niños de la Escuela Coral del Orfeón, quienes interpretaron con aplomo tres piezas del cancionero popular boricua, que incluía la danza Verde Luz de Antonio Cabán Vale, bajo la batuta del maestro Daniel Tapia Santiago. Acto seguido, el coro adulto acometió un programa musical de quince piezas cuya primera parte consistió de obras corales del repertorio temprano como Adoramus Te, Christe, y Regina Caelidel compositor G. Aichinger (1564-1628), y piezas barrocas del periodo colonial latinoamericano como Albricias Mortales de Manuel de Zumaya (c.1678-1755), ejecutada esta última con suprema maestría. La segunda parte consistió de piezas del cancionero popular latinoamericano.

como El...

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