Apología del sándwich

JOSÉ VARGAS VIDOT

SALUBRISTA Y FUNDADOR DE INICIATIVA COMUNITARIA

El conde de Sandwich, John Montagu IV, ilustre inventor de esta popular y ahora presidencial comida, habrá brincado de orgullo en su aristocrático sepulcro, al elevarse su bocadillo a rango diplomático.

¿Cuánto nos costó ese exquisito bocado? No sé, ni quiero imaginarme porque, al hacer el ejercicio de llevar a la consideración financiera esa visita, tendría que incluir el costo del aparatoso operativo de seguridad que obstaculizó desde el espacio aéreo hasta los cunetones del alcalde Santini, sin dejar de considerar los miles de galones de pintura, bitumul, banderitas ni la improductividad de agencias gubernamentales que detuvieron su quehacer bajo la excusa de tratar de saludar al insigne presidente.

De más estaría hurgar en la mente coloquial de don Pancho cara de queso o la de Pancha la de las cuatro planchas, sobre cuanto le habrá costado la famosa y ahora historificada foto de Kasalta a los bolsilludos del partido favorecido. Pero qué importan las comidas de condes en las bocas de los príncipes a precio de reyes, cuando se consideran los frutos, y es aquí donde la puerca ensortijó el rabito. En los frutos.

¿Pero qué frutos? Quizás se logró secretamente lo que en nuestra historia se habrá de denominar el "acuerdo de Kasalta", o el "sagrado pacto del sándwich". Quizás se habrá dejado un legado para desarrollar el Paseo de los Presidentes, o a lo mejor trajo un segmento del tren de San Juan, considerando que cada vehículo de la comitiva guardaba un secretillo y se convirtió en transporte colectivo a los que se bajaban en Isla Verde.

Tratando de imaginar el fruto entre miles de posibilidades, mi hija de 9 años Paula Inés, interrumpe tan profunda reflexión y me pregunta: "¿Papi, por qué se gasta tanto dinero en sólo cuatro horas?" Tratando de activar la manga para proveer a mi analítica hija de una respuesta racional, le contesté: "Esa visita fue para delinear lo que habrá de ser el nuevo modelo económico que habrá de sacar al país de su...

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