Apuesta a la exportación de robots boricuas

En los años 70, cuando el ingeniero mecánico Ignacio Muñoz comenzó a integrar las líneas de empaque de los gigantes de la industria farmacéutica esparcidos por el norte, sur y este de Puerto Rico, sus diseños a papel y lápiz requerían de gran imaginación para ver el producto final, pero en ese entonces los incentivos contributivos de la Sección 936 del Código de Rentas Internas de Estados Unidos hicieron a la isla el punto de partida idóneo para las grandes farmacéuticas."Cuando estaba vigente la 936, Puerto Rico era el imán de todos los nuevos productos farmacéuticos y eso creaba una gran efervescencia en la economía por todas las demás empresas locales que ayudaban a construir nuevas líneas de producción y también de empaque", relató el ingeniero, que a principios de los 90 ya presentía el fin de los incentivos que sostenían la economía del país."Ya no era solo un secreto a voces y entendimos que el cambio a largo plazo en toda la economía industrial de la isla iba a ser radical. Nos dimos cuenta de que esas nuevas líneas de producción iban a parar de llegar a la isla, así que nos dimos de lleno a la automatización, que es un negocio más especializado, pero es lo que marca la diferencia en costos, rapidez y calidad de producción", afirmó Muñoz.El fundador y director de Autopak, una empresa especializada en la automatización de procesos industriales aquí y en el extranjero, asegura que el futuro industrial de la isla está en exportar productos y servicios de alto calibre, inspirados en los casi 40 años de experiencia que tiene el pueblo puertorriqueño, a las empresas que mudaron la producción de fármacos y productos biomédicos del más alto nivel a mercados más económicos.Muñoz fue franco cuando dijo que "si se pone una máquina que inserta una botella dentro de una caja, esa persona ya no va a tener ese trabajo y hay que buscarle otro. Esas personas tienen una capacidad que con el entrenamiento adecuado pueden desarrollar"."Esto que tú ves aquí es el tipo de trabajo que deberíamos enfocarnos en traer a la isla", dijo, mientras señalaba a algunos de sus casi 40 empleados, expertos todos en alguna área de diseño, compras, manufactura, ensamblaje o instalación de robots autónomos o colaborativos.Allí, diseñadores mecánicos como Danny Hernández y eléctricos como Erik Mangual dan el pie forzado al...

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