Aquí están los empleos

GERARDO NAVAS DÁVILA

PROFESOR DE LA ESCUELA DE PLANIFICACIÓN DE LA UPR

Trabajando menos, trabajamos todos (G. Arnaz)

Sin embargo, el problema estriba en que, aun cuando consigamos crear en 18 meses los 50,000 empleos prometidos, éstos serán insuficientes para superar la exclusión y la pobreza crónica del País, y además, porque resbalaremos, pues estamos actuando a contrapelo de las fuerzas y tendencias del mercado. Para superarlas no basta la voluntad. Tenemos que entender lo que pasa y actuar acorde a ello.

El empleo se produce insuficientemente por dos razones fundamentales: la primera, porque la capacidad de aumento en la producción se socava por la fuga de la riqueza producida en el País en pago de lo que se importa para el consumo, de la deuda personal y pública, y de las ganancias del capital foráneo en todos los sectores de la economía, en la manufactura, el comercio y aun en el sector de los servicios profesionales. Más del 30% (por encima de $3,000 millones anuales) de lo que se produce en el territorio se escapa, y ha crecido indecentemente desde el 1970.

La otra causa fundamental del desempleo es el desplazamiento del empleo a causa de la tecnología. La economía puede crecer sin crear empleos. En el 2005, por ejemplo, la economía americana pudo prescindir de un 75% del empleo que se hubiera requerido de haberse utilizado la tecnología del 1950. En el 2010, Puerto Rico pudo prescindir de más de 5 millones de trabajadores, estimado a base de lo que se hubiera requerido con la productividad tecnológica de 1950, suficiente para emplear a los que se quedaron y a los que se fueron.

El problema es más serio de lo que la política pública parece entender. El futuro no se muestra distinto. Podemos concebir que, arreglando ciertos amarres por donde se fuga la riqueza, sea posible crecer a una tasa promedio de un 2.8% anual. Basándonos en la tendencia del crecimiento de la productividad tecnológica de los últimos 40 años (PIB/empleo), dicho crecimiento resultaría en un desempleo de más del 20% en el 2020, con tasas de participación de un 47%, o sea, la máxima que se lograría históricamente.

Tendríamos que esperar hasta el 2030 para alcanzar los niveles de desempleo crónicos del 10%, que hemos sufrido por más de un siglo con igual tasa de participación.

El nivel de desempleo...

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