Arma mortal que no da en el blanco

Por Limarys Suárez Torres

lsuarez1@elnuevodia.com

Episodios como estos, de inocentes abatidos por balas que iban dirigidas a otros y que cada día ocurren más, tienen un elemento en común: la proliferación en el bajo mundo de armas manipuladas para disparar en automático y potenciar salvajemente su poder de causar daño e infundir terror.

El incidente más reciente ocurrió el domingo. En horas de la mañana, se desató una balacera en la panadería Las Cumbres, de Bayamón, que dejó una persona muerta. Se sospecha que aquí se utilizó un arma manipulada.

Junto al ingrediente del arma alterada o "fuleteada" -como se le llama en esa subcultura- se agrega una nueva cepa de gatilleros que las poseen: jóvenes, algunos de ellos adolescentes. Desde hace dos años, las autoridades federales comenzaron a notar que a medida que aumentaba el número de gatilleros adolescentes también aumentaba la cifra de armas manipuladas incautadas en sus intervenciones. Ese fenómeno estuvo ligado a un cambio en la mentalidad de los gatilleros, quienes empezaron a aumentar el terror con sus balaceras y concluyeron que las armas "fuleteadas" impresionaban más con su ruido ensordecedor, a diferencia de las que solo pueden detonar un par de balas a la vez.

El efecto de esta letal ecuación es que las armas manipulados pueden disparar entre 600 a 900 balas por minuto. Las detonaciones en estas armas se producen con tal rapidez y potencia que literalmente sacuden el brazo de quien dispara, haciendo que pierda el control del arma, lo que provoca que los disparos vuelen indiscriminadamente.

Esta balacera descontrolada convierte en blanco fácil a ciudadanos ajenos a las guerras criminales "Hoy día los chamaquitos creen que tener una pistola automática es como tener un carro deportivo o un iPhone 5. Sé de muchos, de 17 a 19 años, que estuvieron largo tiempo lavando carros y ahorrando dinero para poder comprarse la pistola y luego convertirla en automática", señaló Luis Ortiz, supervisor de Operaciones de Impacto de la Oficina de Seguridad Interna de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI, por sus siglas en inglés).

Ortiz explicó que la mayoría de las armas de fuego ilegales llegan a través del correo postal y una vez aquí terminan en manos de jóvenes que las mandan a convertir en automáticas.

"Con este tipo de armas aumentan la cantidad de muertos. Un arma automática se vuelve loca y ahora matan al que fueron a buscar y a todo el que esté al lado. Aunque quieran, no pueden controlar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR