Arranca el juicio contra acusada de matar a sus bebés

Por Eugenio Hopgood Dávila

ehopgood@elnuevodia.com

Pero ella no firmó.

Ante el rechazo del acuerdo por parte de la acusada, de 21 años de edad, el juicio dio comienzo en horas de la tarde de ayer ante la jueza Inés Rivera Aquino, con la presentación del primer testigo, Yariel Rodríguez Resto, de 23, padre del menor de los niños asesinados.

Coraly está acusada de asesinar a Ilang Coral Monge, de tres años y medio, la noche antes de su primer día en una escuelita Head Start y a Yeriel Rodríguez, de un año y tres días, después de sostener fuertes discusiones con su compañero Yariel y después de éste haberse marchado de la casa de ambos en el barrio Saint Just de Trujillo Alto, el 10 de agosto del año pasado.

Los apuñaló en un ataque de ira y le pegó fuego al cuarto pretendiendo inmolarse con ellos, acción de la cual desistió cuando sintió el calor de las llamas, según la prueba.

La representación legal de la joven ha anunciado una defensa de "trastorno mental transitorio", lo cual implica que acepta que cometió los hechos, pero que estaba incapacitada por un trastorno mental al momento de perpetrar la matanza, por la cual no debería responder penalmente, si no ser sometida a tratamiento siquiátrico, ya fuera internada o de forma ambulatoria.

Después de que el defensor de Coraly, Rafael Borrás Pabón, le indicara al tribunal que enfrentarían el juicio, la juez Rivera Aquino le ofreció una detallada orientación a la acusada sobre su derecho a decidir si deseaba someterse a juicio o hacer la alegación de culpabilidad, advertencias que generalmente se hacen cuando un acusado anuncia que va a renunciar a su derecho a juicio para declararse culpable y no cuando decide ir a juicio.

"Quiero saber si esa decisión de ver el caso es de usted y sólo de usted", le preguntó la magistrada. "Es importante que la decisión sea suya y de nadie más", agregó la juez a lo que la acusada respondía reiteradamente que sí.

Poco antes se vio a Coraly afectada con un temblor nervioso, sollozar y limpiarse lágrimas con una toallita mientras fiscales y abogados, con guantes azules de latex organizaban y marcaban piezas de evidencia, incluyendo ropa de los pequeños y...

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