'El arte me obliga'

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

Lo compensa con una obra que luego de seis décadas de labor amerita tener cerca la palabra monumental. Al Museo de Arte de Bayamón, en el Parque de las Ciencias, llega con una muestra de retratos, bodegones, paisajes, desnudos y hasta esculturas que el público puede apreciar desde este viernes.

Íconos y dioses de nuestra historia no es nueva. Hace dos décadas paseó por los museos de arte de Ponce, de la Universidad de Puerto Rico y de las Américas. Dos décadas más tarde salen del taller de García personajes como Agüeybaná el Bravo, Lolita Lebrón, Juan Antonio Corretjer, Luis Muñoz Marín, Pedro Albizu Campos o Ricardo Alegría -entre muchos otros- para ser admirados por nuevas generaciones.

"Hace veinte años los íconos no se ven, muchos de ellos se pintaron entre el 1990 y el 1991. Quiero que esta generación conozca sus figuras icónicas y juegue con ellas", afirma sonriendo como solo puede hacer quien inventó el juego.

En este caso es el siguiente: en algunos retratos, si el espectador los mira de abajo hacia arriba verá nuevamente la figura, pero hecha de otra manera.

"Yo pinto en el piso", narra, "y le doy la vuelta a la obra (mientras trabaja), hasta que decido cómo va. Pero yo no obligo al arte, el arte me obliga a mí".

Como artista resultará complacido si los asistentes a la muestra perciben a través de las trayectorias de sus íconos que "tienen una historia muy nutrida y bonita".

Sobran las historias con los sujetos retratados. Llama la atención la de Blanca Canales, encarcelada por quemar oficinas de reclutamiento de boricuas jóvenes como soldados para el conflicto en Vietnam.

"Blanca era chiquitita. Ella me dijo: 'Domingo, no me pinte a mí, pinte a Lolita que ha sufrido mucho'. Qué calidad humana", recuerda.

García no suelta los íconos. "No es que no los suelte; es que no pertenecen a la sala de un burgués. Son para que cada generación los conozca y, como me estoy poniendo viejito, aproveché la invitación de este museo".

Cuando García guardó los íconos, comenzó a crear los dioses. "Los empecé en el 1980 en Nueva York y los terminé acá en el 2002", dice el artista, quien asegura que cada brochazo es guiado por años de observación silente de cuadros en el Museo Metropolitano de Nueva York, situado cerca de donde se crió en dicha ciudad.

Este segmento de la muestra consta de un tríptico con tres figuras: Changó, el Sagrado Corazón de Jesús y Atabeyra.

"No se pueden separar: Changó y...

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