El arte de la originalidad

POR LUIS HERNÁNDEZ MERGAL

Especial El Nuevo Día

En la introducción Grave de la Sonata núm. 8 en do menor, Op. 13, la Patética, quedamos atónitos ante lo que parecía ser una libertad inusual en los ritmos de puntillo de la frase inicial. Poco a poco, nos fue mostrando su concepción increíblemente musical del fraseo, del balance sonoro en los acordes, de la acentuación de ciertas notas o líneas melódicas que revelan aspectos insospechados de obras tan conocidas. Muy difícil resulta ser tan original y, a la misma vez, tocar sin manerismos ni exageraciones fuera de lugar. Pocos pianistas hoy día tienen la capacidad de interpretar a Beethoven de una manera tan directa, pero tan sublime en su musicalidad como Buchbinder.

En el Adagio sostenuto de la Sonata núm. 14 en do sostenido menor, Op. 27, núm. 2 (Claro de luna) la sutileza rítmica de Buchbinder fue ejemplar, mientras que en el minuet Allegretto su acentuación de las voces inferiores en la segunda vuelta fue atrevida, pero convincente. La tormenta del Presto agitato mostró un absoluto control y magistral concepto de la forma.

La última obra programada, la Sonata núm 23 en fa menor, Op. 57...

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