ASCENSO AL ESTRELLATO

n 1991 Williams recibió la esperada llamada para ensuciar sus ganchos en los terrenos de Grandes Ligas. Jugó casi toda la segunda parte de la temporada y vio acción en 83 partidos, pero apenas acumuló promedio de .238, con tres cuadrangulares y 34 carreras remolcadas. En el 1992 elevó su promedio a .280, con cinco toletazos y 26 impulsadas.

En 1993 recibió la oportunidad de ser el jardinero central regular de los Yankees y bateó para .268 con 12 bambinazos y 68 remolcadas. Fue en la temporada de 1995 que Williams explotó ofensivamente. Por primera vez su promedio de bateo se elevó sobre los .300 (307). Además, demostró su poder al acumular 18 cuadrangulares y remolcar 82 carreras.

En el 1996, cuando los Yankees volvieron a la cima del béisbol y dieron inicio a aquellos gloriosos años en la segunda parte de la década del 90, Williams se disparó en la ofensiva con promedio de .305, 29 vuelacercas y 102 remolcadas. Dos años más tarde, el boricua tuvo una sólida temporada ofensiva al...

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