Auditará las finanzas de Guaynabo

Comenzaba a oscurecer a eso de las 6:18 p.m. cuando el alcalde electo de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, subió a la tarima donde se celebraría su toma de posesión. Saludó algunos de los políticos que aguardaban su llegada, se paró frente al público, posó para las cámaras, tiró algunos besos e hizo gestos de agradecimiento por el apoyo colocando su mano derecha sobre el corazón. Lo acompañaba su esposa, la jueza superior Liza Fernández, y sus dos hijas.

De inmediato comenzó la ceremonia. El pastor Sydney Star le pidió al público que se pusiera de pie. Acto seguido, declaró que venían los “nuevos tiempos y un nuevo amanecer” y vaticinó que donde antes hubo “intimidación”, habría paz. No hizo referencia directa del exalcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill, ni a su renuncia tras las alegaciones en su contra por un alegado patrón de abuso sexual contra empleadas del municipio. Simplemente, procedió a declarar a Dios como el “Dios de Guaynabo”, a rezar solicitando que Pérez Otero se rodee de las “personas correctas” y a echarle la bendición a todos los que estaban presentes.

La ceremonia siguió con la presentación de las banderas y la entonación de los himnos de Puerto Rico y Estados Unidos, como dicta el protocolo en este tipo de eventos.

El legislador Eduardo Bhatia y el presidente de la Asociación de Alcaldes, Rolando Ortiz, eran de los pocos miembros del Partido Popular Democrático presentes en la juramentación.

Cuando terminaron los himnos, el maestro de ceremonia concedió a los presentes el permiso de sentarse. Se procedió entonces a nombrar la lista de invitados: Pérez Otero, Liza Fernández, Luis Rivera Marín (secretario de Estado), Carlos “Johnny” Méndez (presidente de la Cámara de Representantes)… la lista continuaba.

El trovador y promotor de eventos, Julio César Sanabria, quien hace algunos años protagonizó un escándalo por presuntas facturas falsas en Hormigueros, tenía una especie de regalo musical para el ejecutivo. Le dedicó una trova en la que reiteraba que “Guaynabo te necesita”.

El primer mensaje en el evento provino de la comisionada residente Jenniffer González. Ella habló del respaldo que le dio a Pérez Otero durante la elección especial, de sus capacidades como auditor y experto en finanzas y de su colaboración con distintas facciones políticas. Terminó su discurso ofreciendo su apoyo desde Washington.

Culminado el turno de González, se anunció la entrada inesperada del gobernador Ricardo Rosselló Nevares. De fondo, se escucha...

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