Aumentan quejas de ancianos

Por Brunymarie Velázquez

brunymarie.velazquez@elnuevodia.com

Cada vez más personas de edad avanzada viven los últimos años de su vida en un centro de cuidado de ancianos y es una decisión familiar muy difícil.

"La mayoría de los familiares vienen porque no tienen tiempo, quieren que los cuiden bien y prefieren pagar. Los hijos tienen sus responsabilidades, hijos y eso, por eso confían en que en un hogar estarán bien", contó Luis de Jesús, propietario de Hogar Rosa de Té en Toa Baja, donde alberga a 26 ancianos.

Sin embargo, nada garantiza que los servicios de estos establecimientos -que suelen ser la última opción para los familiares cuando escasea el tiempo o los recursos para cuidarlos- serán los adecuados para mantener un estándar de vida digno y las agencias a cargo de la supervisión no tienen el personal suficiente para atender el alto volumen de querellas reportadas.

La cifra de querellas en contra de los 724 centros de cuidado de larga duración registrados en la Oficina del Procurador de Personas Pensionadas y de la Tercera Edad se disparó a 4,397 en el 2011. De esta cantidad, la agencia pudo atender escasamente una de cada diez denuncias. La diferencia sin atender se arrastró al año siguiente y hace dos meses todavía 3,416 de ellas esperaban por acción.

Pero el Departamento de la Familia, único responsable de emitir las licencias y fiscalizar las buenas prácticas en estas instituciones de cuidado, se demostró evasivo al pedírsele que abundara sobre la cantidad de denuncias.

"No puedo saber las estadísticas de la Procuraduría (de Personas Pensionadas y de la Tercera Edad) porque eso lo llevan ellos allá, pero sí puedo decir que la población de edad avanzada ha aumentado grandemente", contestó en defensa de la agencia Eddie García, subsecretario de Familia.

Las querellas revelan patrones de abuso, negligencia crasa, sobremedicación y mala alimentación, entre otras.

El Nuevo Día solicitó a sus lectores en las redes sociales unas reacciones sobre sus experiencias con los hogares de ancianos. Decenas de estos se expresaron a favor y en contra de estas instituciones.

Una de ellas fue Shila Vélez. "Trabajé en un hogar de ancianos y no todas las personas tienen amor por ellos. Los asean y los ponen todo el día en una sala sin hacer nada. Los dueños le mienten mucho a la familia. Dicen que le dan dietas y casi siempre es mentira, le dan lo mismo que a los demás, nadie se sienta a hablar con ellos, solo cuando hay familia es que le dan el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR