Autonomía burlada

ENRIQUE VÁZQUEZ QUINTANA

MÉDICO

José Ramón de la Torre poseía las credenciales académicas, intelectuales y profesionales para asumir la presidencia de la UPR. Según sus recientes declaraciones a la prensa, fue designado al puesto con las manos atadas, pues le exigieron que hiciera algunos nombramientos de antemano -entre ellos el del primo de la presidenta de la Junta de Síndicos- y que no removiera a otros oficiales de sus puestos.

Denunció el doctor De la Torre que el poder emana de La Fortaleza, en particular del secretario de la Gobernación. Si hubiese asumido la postura de Jaime Benítez, habría rechazado el ofrecimiento para ser el presidente de UPR. No debió aceptar la imposición de la cuota de $ 800 ni la oferta para hacerle el camino fácil al actual presidente interino, Miguel Muñoz. No dudamos que tenía un espía entre sus allegados que informaba a Fortaleza todo lo que ocurría en su oficina.

El doctor De la Torre admite, aunque tarde, que fue un error aceptar el nombramiento con ciertas condiciones. Al contrario de don Jaime, el doctor De la Torre en ese momento abdicó del principio de autonomía universitaria. Desde el comienzo de su gobierno, Luis Fortuño, Marcos Rodríguez Ema y los miembros de la Junta de Síndicos de UPR han mancillado y enterrado la autonomía universitaria.

Tradicionalmente, los candidatos a los puestos administrativo-docentes no aceptan ocupar el puesto interinamente si aspiran a competir y ser seleccionados para ocuparlo en propiedad. Cuando los candidatos interinos pretenden ser considerados para puestos en propiedad, se desvirtúa el proceso de selección del incumbente, pues posee...

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