Una aventura internacional

Por Mick LaSalle

San Francisco Chronicle

Pero en términos de historia, atmósfera y sentimiento general, "Cars 2" es una experiencia completamente nueva y un claro progreso fílmico.

La anterior fue un drama de crecimiento en el que un carro joven y ambicioso (Owen Wilson) aprende varias lecciones sobre la vida. Inevitablemente, se trató de un filme sentimental.

"Cars 2", por su parte, es una historia de espionaje que toma lugar en escenarios internacionales. Es viva y cargada de incidentes con serias consecuencias, y aún sin el recurso de los automóviles la trama funciona; es lo suficiente sólida para sostenerse por sí sola y el aspecto de los carros es un encantador valor añadido.

Esta vez, los carros no parecen tan prosaicos, tan atados a su naturaleza metálica. Los autos, como entidades físicas, han sido repensados como seres flexibles e interactivos y uno tiene la sensación de que la tecnología -la tecnología cinematográfica- ha ayudado en esto. La atmósfera total de "Cars 2" es más expansiva y libre que su predecesora y más divertida de ver.

Owen Wilson vuelve a poner voz a Lightning McQueen, que ya se ha establecido como uno de los mejores carros de carrera. Larry the Cable Guy pone la voz a la vetusta y mohosa grúa Mater, quien se torna en personaje central de esta trama de distintas maneras.

Nuevo en el panorama es el personaje de Michael Caine, un auto que trabaja para el servicio secreto británico junto a su...

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