Ayudantes voluntarios para los Tres Reyes Magos

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Por Alex Figueroa Cancel

Por las pasadas dos décadas, decenas de voluntarios de la organización Taller de Reyes Magos se han reunido en la época navideña para reparar y restaurar juguetes usados que han recibido en donaciones, y los convierten en hermosos regalos que han dibujado sonrisas en los rostros de muchos niños de comunidades pobres de Puerto Rico.

La directora del Taller, Millie Biaescochea, destacó que en 21 años han alcanzado la cifra de 100,000 regalos que se han entregado a niños de diferentes partes de la Isla, a través de entidades benéficas de diversos ámbitos, como privadas, sin fines de lucro, religiosas y comunitarias.

"Esto es mucho mejor que donar dinero a una entidad para que se compren juguetes nuevos y se regalen", expresó Biaescochea. "Se fomenta la responsabilidad en los niños de cuidar sus juguetes. Es la conciencia social de que esto es algo que vale y lo necesitan otros niños que no tienen nada".

En el vigésimo aniversario, celebrado el año pasado, fue cuando alcanzaron la cifra de los 100,000 regalos restaurados y repartidos. Por su logro, la entidad recibió un importante reconocimiento de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) por fomentar el rehuso de miles de juguetes, que de otra forma hubieran terminado en la basura.

El esfuerzo se reactiva cada año desde principios de noviembre. Varias instituciones académicas y organizaciones comienzan el recogido de juguetes usados. Luego, a principios de diciembre se monta el taller en la cancha-gimnasio del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana en Cupey.

El proceso comienza con clasificar los juguetes por el estado en que llegan, las edades, si es para niño o niña, su tamaño y el tipo de trabajo que requieren. Algunos no tienen arreglo, pero antes de desecharlos le sacan piezas que le sirvan a otros juguetes que estén en mejor condición.

"Hay cosas muy buenas que llegan. Hay cosas que llegan bien malas, incompletas, pero entonces se completan. De dos cosas se hace una. Como a las muñecas, que se le pegan los brazos o las cabezas de unas a otras para completarlas. Aquí no se pierde nada que se pueda usar", explicó la directora.

"Los juguetes, para llegar a ser regalo, tiene que estar en buenas condiciones. Aquí se acondicionan. Se les ponen baterías, se peinan, se pintan, se le pone ropa nueva. se completan", agregó. "Los que no pueden ir en regalo, que les decimos imperfectos, se...

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