Baja la frecuencia del rastreo

El estado de emergencia decretado en la isla debido a la pandemia de COVID-19 ha limitado el trabajo de monitoreo y rastreo del gobierno y los grupos tortugueros en la temporada de anidación del tinglar, que inició el mes pasado y se extiende hasta agosto.Por ejemplo, el toque de queda implantado en virtud de la emergencia, que obliga a las personas a estar en casa entre 7:00 p.m. y 5:00 a.m., impide que los grupos tortugueros patrullen las playas de noche, que es cuando los tinglares -las tortugas marinas más grandes del mundo- salen a desovar.En consecuencia, los recorridos por el litoral se hacen a primera hora del día, usualmente a las 6:00 a.m., a sabiendas de que los nidos ya pudieron haber sido depredados por iguanas o perros realengos, entre otros animales, o saqueados por personas para consumir los huevos. Esto último es una práctica ilegal.Asimismo, los grupos tortugueros, que están debidamente autorizados y adiestrados por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), han visto una reducción temporal en sus filas de voluntarios, pues optan por no salir para evitar contagiarse con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.La combinación de estos problemas se suma a las históricas amenazas que enfrentan los tinglares durante su temporada de anidación, entre estas, la contaminación lumínica, que desorienta a las tortugas en su salida y entrada al mar; el acceso de vehículos motorizados a las playas, que pueden aplastar los nidos e, incluso, atropellar a los animales; la acumulación de basura, que puede ser confundida con alimento; y el robo de arena, que elimina áreas de desove."Independientemente del COVOD-19, las tortugas salen y estamos entrando en el pico de la temporada. Ya hay aproximadamente 300 nidos de tinglar registrados, pero es un número subestimado porque el personal que tenemos, incluyendo a los grupos tortugueros, es limitado", dijo el coordinador del Programa de Tortugas Marinas del DRNA, Carlos Diez."La frecuencia del patrullaje ha sido menos que en otros años, porque estamos siguiendo los protocolos de la cuarentena. Estamos trabajando en solitario siguiendo los horarios del toque de queda, pero el trabajo se está haciendo", agregó el también biólogo del Programa de Especies en Peligro de Extinción de la agencia.Anticipó que la falta de personal en las playas "será un poco más crítica" a finales de mayo y principios de junio, cuando los nidos empiecen a eclosionar."EN...

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